Sindicales

5/7/2022

Siderar Canning: Rocca despide y los trabajadores organizan su respuesta

Partido Obrero Ezeiza

Imagen: Corresponsal.

Durante el cambio de turno, a las 14 del lunes 4 de julio, los trabajadores metalúrgicos de Siderar Canning realizaron una asamblea a raíz del despido injustificado de un trabajador. En un clima de bronca y consternación, los compañeros escucharon de boca del compañero despedido que poco antes de recibir el telegrama se había negado a aceptar una propuesta de “retiro voluntario” que le hiciera la empresa propiedad de la familia Rocca.

Durante la asamblea, la Comisión Interna (CI) de planta informó que la patronal había convocado a una reunión para mañana por la mañana, por lo que los trabajadores realizarán una nueva asamblea a las 14 del martes. Durante la hora que duró la asamblea, en la que estuvieron también presentes dirigentes de la UOM Avellaneda, permaneció bloqueada la salida y entrada de camiones, en una clara señal a la patronal acerca de la voluntad combativa de los compañeros y de la inminencia del estallido de un conflicto en caso de que se niegue a dar marcha atrás.

Este despido coincide con la caída de los recargos a la indemnización por despido, la misma que comenzó en el 2019 con 100% adicional a la prevista en la ley de contrato de trabajo, y que se fue reduciendo al 75%, 50% y 25% en lo que va del año, hasta ser eliminada el 30 de junio.

La llegada del telegrama coincidió con la caída definitiva de la legislación que establecía tales recargos, lo que encendió las alarmas entre los trabajadores ante la posibilidad de una nueva ola de despidos. Durante 2021, los compañeros de Siderar Canning afrontaron un durísimo conflicto, luego de que la empresa violando el “decreto antidespidos”, despidiera a varias decenas de trabajadores. Siete de los miembros de la nueva CI electa el 25 de abril, formaron parte de aquel grupo de despedidos que finalmente logró su reincorporación.

Entre los trabajadores circula la idea de que la empresa pudiera estar buscando una prueba de fuerza con la nueva CI sobre la que, a diferencia de las anteriores, no puede ejercer ningún tipo de control.