Con compañeros de 16 provincias y casi 50 gremios funcionó la comisión “Agrupaciones y Elecciones” del cuarto Plenario Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista.

Participaron trabajadores del neumático, docentes, gráficos, telefónicos, docentes universitarios, portuarios, mineros, rurales, textiles, de la alimentación, químicos, petroleros, mercantiles, Uocra, actores y músicos, investigadores, municipales, estatales, aeronáuticos, trabajadores de la salud, judiciales, empleadas de casas particulares, entre otros gremios. Así como también compañeros desocupados del Polo Obrero.

Se destacó, a través de la experiencia relatada por los propios compañeros, el trabajo diario de construcción de las agrupaciones y la intervención de las mismas en cada conflicto, en cada lugar de trabajo, cada gremio, cada frente, sus boletines y volantes, la organización y la agitación como reglas infaltables. Lo mismo que el funcionamiento colectivo, la mejor de las escuelas en la lucha.

Entre otras luchas actuales, estuvieron presentes en la comisión –además de las que intervinieron en la apertura y cierre del plenario- la del Puerto de Buenos Aires, donde la Naranja Portuaria participa activamente, la de los docentes en todo el país con una destacada intervención de los compañeros del Chaco y los Suteba combativos frente al aumento de casos en la provincia. La defensa del salario estuvo también planteada por muchas de las y los compañeros que hicieron uso de la palabra, entre ellos las de ATE Educación de La Plata, con un destacado rol de Tribuna Estatal. Las trabajadoras de casas particulares, una nueva agrupación de la CSC, relataron su experiencia y la puesta en pie de la agrupación en plena cuarentena que ha sacudido los sindicatos-sellos que dominan el sector abriendo un canal directo de lucha e interpelación al Estado.

En las más de 30 intervenciones se reflejaron distintas aristas que hacen a la intervención clasista de todas las agrupaciones ya constituidas y de las que están en proceso de consolidación o desarrollo, con riquísimos testimonios y reflexiones de las y los compañeros, en gremios donde gracias a la voluntad inquebrantable de la vanguardia obrera comienza a abrirse paso la organización del activismo frente a la entrega de la burocracia, el ataque patronal y el ajuste del gobierno.

Por eso, una de las conclusiones de la comisión fue la importancia de la experiencia colectiva acumulada, un bagaje político y de lucha que los trabajadores debemos explotar al máximo.

En ese sentido, varios participantes plantearon la necesidad de colocar en un lugar destacado de la resolución la realización de los cursos de formación político-sindical y del curso sobre protocolos obreros en los lugares de trabajo, para dotar a la vanguardia de mayores herramientas de lucha y aportar al desarrollo de conclusiones revolucionarias. En la misma línea, se intercambiaron propuestas para llegar a nuevos trabajadores con nuestras agrupaciones. Al igual que la necesidad de un mayor desarrollo de redes de todas las agrupaciones sindicales de la CSC.

De conjunto, todo el debate tuvo como uno de los ejes la preocupación en organizar a la vanguardia combativa en términos clasistas y de lucha, en la estrategia de la recuperación de las organizaciones obreras y en la comprensión de que sin agrupaciones clasistas no hay sindicatos ni seccionales ni cuerpos de delegados recuperados. Se trata de algo tan elemental que, sin embargo, es cuestionado por sectores de izquierda que promueven un basismo, sin el claro objetivo de expulsión de la burocracia sindical, una modalidad de adaptación a ser grupos de presión de la burocracia, en definitiva una variante de la adaptación de izquierda al nacionalismo pejotista.

Con respecto a las elecciones sindicales también se dio un rico intercambio. Se caracterizó el DNU del Ministerio de Trabajo que suspendió los actos electorales y la situación de cada una de las elecciones pendientes. Una resolución que, en el marco de la profunda estatización de sindicatos y centrales, establece una suspensión que actúa como “moneda de cambio” continuista de la contención, pero que además coloca un signo de incertidumbre frente a la evolución de la crisis. Por eso, en la resolución final se expresa que son varios factores los que intervienen en la decisión, entre las cuales la crisis de camarillas y la disputa por la dirección del próximo Consejo Directivo de la CGT cumple un rol de primer orden. Un tema a seguir dado que el propio desarrollo de la pandemia y desmadre de la situación (colapso sanitario, parate de la economía) puede actuar como un factor revulsivo al interior de la clase obrera frente a una burocracia totalmente integrada al gobierno.

La resolución de la comisión, votada por unanimidad, incorpora la importancia de impulsar elecciones en aquellos lugares de trabajo que no tengan representación sindical o dónde los delegados no lleven adelante la defensa de los puestos de trabajo, el salario, las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores.

La lucha por la independencia de clase y, sobre esta base, el frente único fue una conclusión compartida por toda la comisión. Así como la mencionada recuperación de las comisiones o juntas internas y el desarrollo de agrupaciones clasistas para la recuperación de los sindicatos y la expulsión de la burocracia sindical. La recuperación de los cuerpos de delegados es un eje de la etapa del movimiento obrero para dar canal a las tendencias de lucha y preparar las recuperación de las organizaciones centrales. En esa dirección, levantamos la consigna de Congreso de Delegados de Base, para discutir un programa económico y social de salida a la crisis capitalista y, en última instancia, la salida de fondo: el gobierno de los trabajadores.