Sindicales

17/8/2022

Sin reclamos obreros, la CGT plantea un Acuerdo Nacional… entre los ajustadores

Una política que encubre al Frente de Todos y al pacto con el FMI.

Marcha de la CGT.

La CGT difundió el comunicado de convocatoria a la marcha al Congreso de la Nación, de este miércoles 17 de agosto, con eje en los formadores de precios, sin ningún reclamo obrero y/o salarial, ninguna mención al gobierno y al FMI, y con el planteo de un Acuerdo Nacional entre los mismos responsables del ajuste.

La burocracia sindical no levanta planteo paritario alguno, ni un curso de acción para ganarle a la inflación y derrotar el ajuste. Tampoco atina a identificar a los formadores de precios y especuladores que denuncia públicamente, ni a reclamar ninguna medida puntual para terminar con lo que califican como un flagelo contra la sociedad.

De lo que sí hablan es de comprometerse a “asegurar una política antiinflacionaria con amplio consenso social”, algo que seguido de la mención de “garantizar estabilidad” puede ser entendido como un guiño a la convocatoria del gobierno a un nuevo “acuerdo de precios y salarios”.

Cabe recordar que esta misma política fue la que habilitó las remarcaciones y la disparada de la inflación, en tanto los salarios quedaron anclados a las sucesivas pautas oficiales o a las actualizaciones negociadas con el Ejecutivo nacional, todas por debajo de la inflación.

El comunicado dice más por lo que omite que por lo que manifiesta. El reclamo de una “plataforma de Acuerdo Nacional” y al “consenso político”, con los mismos sectores que empobrecieron a los trabajadores, trae implícita una complicidad con el ajuste. También sirve a los fines de desenvolver el pacto con el FMI, con las consecuencias que eso implica para los trabajadores.

En todo caso si sirvió para delimitarse del planteo del kirchnerismo, y parte del gobierno, de ir a aumentos por medio de sumas fijas, algo que es rechazado desde la central obrera ya que implica licuar su lugar en las negociaciones paritarias y en la propia crisis, teniendo reclamos pendientes que gestionar, como el de los fondos de las obras sociales.

Además de que el aumento por sumas fijas adicionaría más malestar y descontento en los trabajadores, debido a que implica un achatamiento de las escalas salariales, donde los aumentos impactarían de forma diferenciada.

La omisión deliberada a cualquier mención al gobierno nacional y su política es algo que la burocracia cegetista clarificó hasta el hartazgo, tratando de escindir la manifestación de una crítica al gobierno que integran.

Esto suscitó incluso las críticas internas, como la de Facundo Moyano, quien denunció que la CGT no hizo ninguna medida en los últimos 3 años y agregó que “cuando gobernaba Macri el responsable de la inflación era Macri… ¿Ahora gobierna Alberto y el responsable son los formadores de precios?”, para sumar a la polémica.

La convocatoria de la CGT implica una maniobra más para evitar la intervención independiente de los trabajadores ante el agravamiento de la crisis. Algo que la izquierda y el movimiento piquetero combativo no compró, razón por lo cual convocaron a movilizar a Plaza de Mayo, con un programa independiente.

Lo que no obsta a que la propia convocatoria exprese un malestar que se difunde entre las bases obreras, que pondrá a consideración la orientación capituladora de su actual dirección, sacando las conclusiones inmediatas para desenvolver las luchas que los trabajadores tienen por delante.

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