Nuevamente, el sindicato de trabajadores municipales de Jesús María (Sitram) conquistó un aumento salarial que los resguarda de la inflación. Se trata de un 45% en sumas remunerativas hasta julio, con porcentajes de un 8% al básico en marzo, un 6% en abril, 6% en mayo, 6% en junio y un 13% en julio.

Todos los adicionales, como refrigerio y bonificaciones, crecen también un 45% en el período. El aumento alcanza el 50% en sumas no remunerativas de la siguiente manera: 8 mil pesos en marzo, 10 mil en abril y mayo, mientras que en junio y julio, serán de 12 mil.

Por otro lado, el sindicato expuso en uno de los puntos del acta el reclamo de pase a planta permanente de trabajadores contratados, la recategorización, una guardería para hijxs de los y las trabajadoras y un programa de tierras y viviendas. Se insistió en el correcto pago de las bonificaciones en el sector de electricidad, herrería y obras sanitarias. Todos estos puntos serán motivo de convocatoria a una nueva reunión en 5 días. Para discutir y resolver el segundo tramo de la negociación paritaria, se convoca a las partes a partir del mes de agosto de 2023.

El acuerdo es un nuevo paso favorable para los y las trabajadoras porque contempla un aumento de salario real que permite en 5 meses (de marzo a julio) hacer frente a la inflación justo en momentos en que se debaten las paritarias fuertes como la de estatales y docentes. Es notorio el contraste entre este acuerdo y el planteo de Juan Monserrat de Uepc, quien no puso monto al reclamo docente pero sí puso a debate una propuesta del gobierno que fue rechazada de plano por la docencia: 40% de febrero a julio, en cuotas, sobre salarios que están más de 40 mil pesos debajo de la Canasta Básica Total (según Almaceneros Córdoba, 183 mil pesos).

Por otro lado, mientras las conducciones de los gremios estatales se especializan en boicotear los planes de lucha e impedir la unidad entre docentes, estatales y trabajadores de la salud, el Sitram ha conquistado todas sus reivindicaciones a partir de la unidad y la acción directa de las y los trabajadores. El acuerdo fue votado el sábado pasado en una asamblea general permanente, que había paralizado los servicios en los últimos días.

Como en el Sutna, aquí la clave es la la lucha firme, unida y sostenida y la democracia obrera, garantías que se llevan adelante porque se trata de sindicatos recuperados, con independencia política de los gobiernos ajustadores.

Seguimos en la lucha. ¡Viva el Sitram y sus conquistas!

 

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