Sindicales

15/12/1988|254

SMATA: ¡Ningún despido!

Las patronales automotrices han montado una gran ofensiva sobre los trabajadores mecánicos. La crisis que estos mismos capitalistas han creado ha abierto en el país un cuadro de recesión profunda, que se agigantará aún más en los meses de verano. Las altísimas tasas de interés, alejan potenciales compradores de automotores y por lo tanto para las patronales está planteado provocar una política de despidos masivos, meter el dinero ahorrado en mano de obra en el mercado financiero, y encima esperar algún subsidio del gobierno. No quieren pender un centavo de las fabulosas ganancias acumuladas estos años, dejando miles de familias trabajadoras en la calle.

El Partido Obrero desde que comenzó esta crisis ha planteado que existe una salida a esta situación que no es otra que el reparto de las horas de trabajo con igual salario evitando así miles de despidos.

Pero arrancar el reparto de las horas de trabajo, pone en debate cual es la forma de organización obrera para imponer este reclamo. Días pasados el Partido Obrero planteó en su volante sobre la crisis automotriz que había que ocupar las fábricas que provoquen despidos masivos, lo que fue duramente criticado por el burócrata Pardo en la asamblea general realizada en Autolatina.

Quizás para sorpresa de muchos trabajadores, ahora es la dirección del Smata la que plantea la realización de “tomas” de fábrica, como lo hizo en la Renault de Córdoba, o el burócrata Curto en Fiat Caseros (que es de la UOM).

¿A qué obedece que estos cínicos que sabotearon abiertamente la toma de Ford, y que sabotean toda lucha genuina de los trabajadores salgan ahora planteando lo que hasta ayer era cosa de la “ultra izquierda”?

La burocracia es perfectamente conciente que ante la magnitud de los despidos, va a surgir un sentimiento fuerte a la resistencia. Campellone, en Córdoba, terminó acoplándose a la propuesta de ocupar la planta, a partir de las posiciones de lucha que se plantearon en la asamblea de Santa Isabel.

La primera cuestión de estas “tomas” de la burocracia es que no tienen ningún programa. El mecanismo es conocido, Primero cubrirse las espaldas de la acusación de que “no se lucha”, cuando está claro que va a haber despidos y el Smata no va a impulsar la huelga general del gremio para impedirlos. Segundo, las “ocupaciones” pacíficas de los burócratas están al servicio de presionar al gobierno a que abra alguna concesión a las terminales que les permitan dilatar algo más los despidos a cambio de un subsidio a las patronales. Tercero, luego de las ocupaciones aceptar la INMINENTE conciliación obligatoria dilatando y llevando al muere la lucha por las reincorporación de los trabajadores despedidos.

Está claro que las OCUPACIONES DE PLANTA se tienen que producir como única salida a los despidos masivos aunque no le guste a la burocracia perder su control. Está claro que estas ocupaciones deben ser votadas en asambleas generales de planta y deben tener un claro programa.

PRIMERO: No levantamiento de la ocupación de la planta hasta que se repartan las horas de trabajo entre los trabajadores sin afectar el sueldo y sin provocar despidos.

SEGUNDO: Hasta la obtención de esta reivindicación, desconocimiento de la conciliación obligatoria pactada de antemano entre los burócratas, las patronales y el ministerio de trabajo.

TERCERO: Las asambleas deben votar que el gremio declare la huelga general hasta la suspensión de todos los despidos del SMATA.