Sindicales

11/6/2003|824

Soip, 10 días de huelga

El balance de diez días de huelga general es netamente positivo para toda la clase obrera. Al cierre de esta nota, siete fábricas han firmado ante el Ministerio de Trabajo la absorción de su personal bajo el convenio colectivo del ‘75, lo cual beneficia a unos 400 compañeros.


Este solo dato permite afirmar con toda seriedad que la huelga del Soip ya ha obtenido un triunfo. El hecho de que se trata de pequeñas empresas que no forman parte de la cámara patronal exportadora (Cipa) lejos de mini mizar esta conquista la agiganta.


Es que si los pequeños que no exportan a valor dólar tienen efectividad con el convenio vigente, la pretensión de los grandes pulpos de condicionar el blanqueo a la adopción de convenios pymes ultraflexibles ha quedado sin ningún sustento.


El recurso de la huelga general


Sin lugar a dudas, para todo el activismo del pescado, la huelga del 2003 que están protagonizando tiene su antecedente en la huelga del ‘64 que impuso la relación de dependencia, así como en la del ‘75 cuando se impuso el Convenio (CCT75). Comenzando porque el reclamo central es la relación laboral (perdido durante la década menemista mediante las coopertruchas) con el convenio vigente y una actualización del 50%.


La vigencia de las tradiciones y métodos de acción directa, asambleas permanentes, piquetes de huelga y ollas populares, tuvo su máxima expresión cuando 1.500 obreros del pescado marcharon 120 cuadras hasta la Intendencia, para repudiar las declaraciones del intendente Katz, que llamó a militarizar el puerto para impedir los piquetes de huelga.


Desde ese momento, el intendente, los medios de difusión y hasta la policía provincial, tuvieron que desdecirse y declarar que la solución no pasaba por la represión sino por el cese del trabajo en negro y del fraude laboral.


Audiencia y asamblea general


El viernes 31/10 se realizó una audiencia obrero-patronal en el Ministerio. A diferencia de la vez anterior, la patronal se hizo presente y accedió a discutir la registración laboral, claro que a cambio de que se firme un acuerdo de paz social por tres meses.


El rechazo a semejante trampa por parte del Soip fue apoyado por los 350 participantes de la asamblea general del 1/11, que sin obviar los síntomas de desgaste físico y económico, resolvieron dar continuidad al plan de lucha pero retomar la huelga dentro de dos semanas. Esta vez, garantizando el paro activo también en todas las plantas efectivas.


La segunda fase


La asamblea general también resolvió dar expresión local a la marcha nacional contra la judicialización de la protesta y en defensa del trabajo genuino. El martes 4, desde las 15 horas, previo abandono de tareas, desde la cede del Soip partió una columna integrada por todas las organizaciones sindicales y populares solidarias. Se resolvió también la implementación de un bloqueo a los accesos de materia prima, así como establecer un fondo de huelga y un festival solidario para el próximo fin de semana. Además, saldrá un boletín de huelga y se mantendrá la asamblea permanente en el Soip para rechazar cualquier intento de asalto de la sede por parte de las bandas burocráticas. También se resolvió gestionar vagones de trenes para exigir una entrevista con el presidente Kirchner y el ministro Tomada.


La Cipa contra las cuerdas


La madurez obrera y la construcción de una red solidaria política y económica han puesto a la cámara empresarial frente a la perspectiva de una sonora derrota. Es que los pedidos y contratos anuales de exportación, ya atrasados, continúan amenazados por el desafío que lanzó el Soip de retomar con más fuerza dentro de dos semanas.


La recuperación de las organizaciones sindicales, el rechazo a los convenios pymes-basura y la vigencia de los métodos históricos de acción directa constituyen una experiencia insoslayable para toda la clase obrera.


Los dirigentes, delegados y activistas del pescado que participarán de la Conferencia Sindical del Polo Obrero compartirán su experiencia con dirigentes y activistas de todo el país y se nutrirán de otras luchas en curso.