Sindicales

20/7/2006|955

Soip: El conflicto de Arhehpez marca la lucha electoral

Los fileteros de Arhehpez (antiguamente Meropez), tienen un promedio de antigüedad de entre 6 y 10 años. Trabajan en negro, como el 90% de este sector especializado y el 70% de los trabajadores de la industria.


La patronal concentra la precarización y el trabajo en negro sobre los compañeros más calificados porque son el sector más combativo.


Cuando recuperamos el sindicato, hace cuatro años, estos compañeros vieron la oportunidad de organizarse para recuperar los derechos que habían perdido con la “cooperativización” forzosa del menemismo en la década del ‘90. En asamblea, eligieron delegados que se integraron al Cuerpo de Delegados de los trabajadores en negro que funcionaba juntamente con los delegados de los trabajadores en blanco.


Estuvimos al frente de la ocupación de la fábrica reclamando la registración laboral con el convenio del ‘75.


Arrancamos la firma de un acta compromiso de blanqueo con el convenio colectivo del ’75, pero el desalojo compulsivo por parte de la Gendarmería y el desplazamiento de los compañeros combativos del gremio, produjo un reflujo que recién ahora se ha superado.


Las grandes huelgas del Soip se realizaron con poderosos piquetes. En ellos, los fileteros de Arhehpez (Meropez) siempre significaron un aporte muy importante, no sólo en número sino también en combatividad.


Arhehpez marca las elecciones


Pero, quizá, la experiencia político- gremial más profunda de estos compañeros esté por escribirse.


El actual conflicto tiene como eje el rechazo al convenio negrero Cipa-Soip que firmara hace unos meses la Directiva y con el cual se pretende blanquear a unos 80 fileteros. El convenio es a la baja, flexible y de hambre. Por todo eso, los compañeros lo rechazan.


Esto es una bomba en medio de la prorrogada campaña electoral.


Primero, porque el debate sobre la dirección del gremio se empieza a realizar en un cuadro de luchas. Hay otro piquete por razones similares en Cafiero y Polio. El piquete de Arhehpez congregó al activismo, derivó en un paro general de toda Mar del Plata y colocó el tema del trabajo en negro una vez más arriba de la mesa.


La Directiva disimula todo. Se refiere sólo al “blanqueo”, sin explicar por qué estalló el conflicto por el cual la patronal despidió a toda la planta. Ya ocurrió con otras plantas: despiden a todos para no blanquear o para revertir un blanqueo, como en El Marisco 2. La burocracia recomienda agarrar las indemnizaciones.


En segundo lugar, nadie aprobó este convenio Cipa-Soip. ¿Hubo una asamblea general del gremio para aprobarlo? En absoluto, fue un pacto conspirativo, secreto, armado de un día para el otro entre la Cipa y la directiva del Soip. A tal punto, que el Ministerio de Trabajo no lo ha homologado. Además de precarizador, el convenio Cipa-Soip es precario porque no reúne condiciones legales.


Se impone una asamblea general inmediata para apoyar todos los conflictos y llevarlos a la victoria.


El 31 de julio, día de las elecciones, es la oportunidad para “que se vayan” y colocar al frente del Soip una dirección a la altura de las enormes tradiciones combativas de los trabajadores del pescado, la Bordó-Marrón.