Sindicales
30/9/1987|200
Conadu
Sólo la reanudación de la huelga hará ceder al gobierno
Asambleas, comités de lucha, movilizaciones
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El plenario nacional de la Conadu, que se reunió el miércoles 23 en Córdoba decidió, por 12 votos a 10, suspender por diez días el paro por tiempo indeterminado que venían cumpliendo los docentes universitarios, para sumarse a la “paritaria” docente que, en ese lapso, deberá dar solución al reclamo salarial.
La suspensión fue decidida en el momento de mayor ascenso de la huelga, como resultado de la brutal presión de los partidos democratizantes.
La huelga se había convertido, como consecuencia de su alcance nacional y de la participación de los estudiantes, en una prueba de fuerza contra el gobierno y el régimen político que éste representa. Pero ante la evidente debilidad del gobierno, el conjunto de los partidos patronales, en primer lugar, los cafieristas y la burocracias sindicales, se movieron dentro de la dirección de la Conadu para obtener el levantamiento de la huelga.
La directiva de la Conadu, dominada por cafieristas, vehiculizó estas presiones, mediante el apoyo a la “mediación” del Consejo de Rectores (mediación que partía, como primer punto, del levantamiento del paro) y realizando un trabajo de “ablande” sobre las universidades más pequeñas. Final-mente, reclamó en los últimos tres plenarios el levantamiento del paro, aunque todavía sin éxito.
Hay que destacar que todas las universidades grandes votaron por continuar la huelga. Esto quiere decir que se produjo el hecho antidemocrático de levantar un paro contra el voto de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, La Plata, Bahía Blanca y Mar del Plata.
Después del levantamiento de la huelga se ha creado una situación centrad contradictoria, pues por un lado la directiva de la Conadu quiere convertir este hecho en definitivo, pero por otro lado hay signos claros de una profundización de la movilización. La filial rosarina decidió no dictar clases en el curso de la semana, en tanto que algunas facultades de la DBA, como Filo y Exactas, establecieron un “estado de alerta y movilización”, con clases públicas y actos callejeros.
El frente democratizante contra la huelga, por su parte, no ha logrado homogeneizar detrás suyo a las cúpulas universitarias, como lo pusieron de manifiesto los pronunciamientos de los consejos superiores de las Universidades de Rosario, Luján y Jujuy, que se declararon en apoyo a la huelga. A su vez, es de la mayor importancia el fracaso del carnereaje de la FUA, lo cual ha dado lugar al nacimiento de comités de lucha estudiantiles que han canalizado la movilización estudiantil por encima de la Franja Morada.
En estas condiciones hay que decir claramente que el gobierno, bajo ninguna circunstancia, aceptará las reivindicaciones docentes en el marco de la comisión que se ha formado con el Consejo de Rectores y las burocracias traidoras de UDA y de CTERA (Garcetti). ¡Esta es precisamente la contradicción insuperable de la resolución de suspender la huelga!
El Ministerio de Educación no va a aumentar el salario en el 50%, ni prestará su acuerdo a un plan que lo lleve a corto plazo al nivel del 83. A lo sumo alargará la discusión sobre el nomenclador (que establece la relación de salarios entre los distintos cargos) y dará un reconocimiento de facto a Conadu.
Por todo lo anterior la variante más probable es que la directiva que llamó a suspender la huelga sabiendo todo esto, se mantenga durante el próximo plenario en la posición de no reanudar la lucha. De aquí se desprende naturalmente que los sindicatos de las universidades grandes que votaron por no levantar, deben formar un bloque que luche por volcar a su favor el plenario y que establezca su propio plan de lucha común en base a resoluciones de asambleas de base.
Una acción enérgica a favor de la reanudación de la huelga hasta la victoria podrá provocar una movilización docente-estudiantil capaz de acabar con la política fondomonetarista en la educación y en el país.
Plenario Nacional de Docentes Universitarios del Partido Obrero
El sábado 26 de setiembre se realizó un plenario nacional de docentes universitarios del. Partido Obrero, el cual analizó la situación actual de la lucha de éstos y aprobó la salida. de: un boletín especial de TRIBUNA DOCENTE-UNIVERSITARIA.
El plenario resaltó la magnitud que adquirió la huelga como una manifestación de la integración en masa de los trabajadores intelectuales al movimiento de lucha de clase propio del proletariado.
En el cuadro de esta lucha, TRIBUNA DOCENTE UNIVERSITARIA llama a la docencia a agruparse en torno a una plataforma de lucha consecuente, de unidad con los trabajadores, a bregar por la independencia política y organizativa del movimiento obrero y señala que el destino de la educación y de los trabajadores se vincula a la lucha por la destrucción de la sociedad capitalista.