Sindicales

10/10/1991|342

Somisa: Desbordemos, el 15 la plaza de mayo

Con cortes de rutas, clases públicas, movilizaciones y un paro general, los trabajadores y el pueblo de San Nicolás han respondido a los anuncios del cesanteador Triaca. El gobierno ha ratificado, de todos modos, los términos de su ofensiva: el próximo día 15 será detenido uno de los Altos Hornos de Somisa y comenzarán a efectivizar-se los despidos.

Fraude

La “racionalización” de Somisa es, en esencia, un operativo confiscatorio: según el Centro de Industriales Siderúrgicos, la productividad laboral de la “quebrada” Somisa creció en un 108%, cuando en toda la industria siderúrgica—es decir, incluyendo a Acindar y Techint— aumentó 71%. La “inviable” Somisa se las arreglaría, también, para bancar con “recursos propios” el costo de 3.000 despidos, según anunció Triaca.

La “gestión Triaca” —presentada como de “saneamiento y valorización” de la planta— ha sido concebida para desvalorizar a Somisa y poder rematarla a favor de los Techint, Acindar y los bancos que “pagarán” con títulos… de la deuda externa. Este es el objetivo esencial de los despidos y de la desactivación parcial de la planta.

Triaca anunció la próxima venta de las acciones de Somisa en el Mercado de Valores, con la clara intención de colocarlas a precios irrisorios evitando cotizar la empresa “llave en mano”, es decir, en función del valor de sus activos productivos. Por esta vía se vendería por no más de 200 millones de dólares, una empresa que vale cuatro mil.

En el curso de una semana, Triaca ha anunciado no menos de cinco planes diferentes para Somisa y San Nicolás: desactivar un alto horno, paralizar los dos, elaborar sólo ciertos productos, mantener la integración. .. La “racionalización” es, en definitiva, una aventura o —como diría Triaca— para apuntalar el plan Cavallo.

Todos adentro

La inconsistencia del gobierno se delata, también, en los “resarcimientos” y ‘‘salidas laborales” anunciados en estos días (y cuyas características cambian, también, cada 24 horas): así Triaca ha ofrecido un subsidio de 300 dólares “hasta conseguir otro trabajo” (¿adónde?). Anunció “emprendimientos industriales” que ocuparían a 90 personas… frente a la pérdida de 7.500 puestos de trabajo. Las asambleas obreras han rechazado resueltamente las “salidas” de Triaca: en las últimas horas, se ha dispuesto una movilización obrera y popular de San Nicolás a Buenos Aires, para el día en que se prevé el inicio de los despidos (15 de octubre).

Es necesaria una gran campaña política y sindical del movimiento obrero, para denunciar el remate fraudulento de Somisa, lo que no está haciendo la burocracia miguelista: a quien quiera oírlos, sus representantes nacionales y nicoleños han reiterado, en estos días, su apoyo a la “reconversión” objetando solo los “ritmos” impuestos. La burocracia reveló un compromiso de fondo con los liquidadores de San Nicolás cuando apoyó la política de los “retiros voluntarios”. Su política en Somisa se reduce a acciones aisladas y “desgastantes, para luego “cerrar” el conflicto en torno de algunas de las “salidas” antiobreras que ha propuesto el gobierno.

La única alternativa “viable” para los obreros, para San Nicolás y para los intereses nacionales, son los 3.000 compañeros adentro. La marcha del próximo 15 debe ser. en este sentido, el pivote de una gran acción obrera de los metalúrgicos de todo el país, y de todo el movimiento obrero de la región.


Asociación del Personal Superior de Somisa: “Nos hacen cavar nuestra propia fosa”

“No se justifica parar el horno 1”

Frente a la entrada de Somisa acampan en forma permanente afiliados a APSSA, Asociación del Personal Superior de Somisa, uno de los sectores fuertemente golpeados por los “retiros voluntarios”. El sábado pasado, y a pesar de la lluvia, un núcleo de compañeros se mantenía firme en la protesta y nos acercaron sus impresiones. “Este es un proceso que viene desde hace un tiempo bastante largo y que encuentra su cuerpo, su definición, en el plan FIEL, donde se establecen parámetros contrarios a los intereses nacionales” —señala el Ingeniero Arévalo, que actuó como improvisado vocero del grupo. “Los números han sido desvirtuados por malas administraciones de la empresa con nombre y apellido, designadas por el presidente de la nación. La primera, la de Franco, cumplió una función de achicamiento y desmantelamiento de algunos de los niveles gerenciales con conocimiento y formación técnica de muchos años dentro de la empresa. En la segunda administración, de Cattaneo, se produce un vaciamiento económico de la empresa, agudizándose el tema económico por una exportación asegurada a ojos vistas, que no era conveniente a los intereses del país y de la empresa. Esto es lo que origina una deuda que hoy el señor Triaca toma como muestra de la ineficiencia de Somisa”.

Este minucioso plan de desmantelamiento, “se concentra hoy en los ‘retiros’ que no son tales sino despidos encubiertos y que además llevan a otro vaciamiento intelectual. Estos despidos colocan a la empresa en una situación de inviabilidad en muchos sectores para cumplir con la tarea específica. Han quedado ‘bolsones’ con la ida de mucha gente difícil de remplazar por su capacitación.” A continuación, Arévalo hizo una aguda denuncia de lo que significan los próximos pasos de la intervención: “todo el esfuerzo en la empresa se está orientando hacia el proyecto de anular dos baterías de coke —esto se va a producir en la semana del 7 al 11 de octubre o por lo menos lo van a intentar— y parar el alto horno 1. Esto, desde el punto de vista técnico, no tiene ningún justificativo. Si bien es el horno más viejo y de menor capacidad productiva, es el que ha tenido las reparaciones necesarias en el último año y está en mejores condiciones para operar, dando como producto un arrabio dentro de especificaciones, que permite producir mejor acero. Se deja en funcionamiento el horno 2, que tiene serios problemas de funcionamiento porque ya ha cumplido largamente su etapa de producción y ofrece un arrabio fuera de especificaciones y obliga a perder mineral, a tirarlo a la pileta para ser nuevamente procesado. Su estado es lamentable y en cualquier momento puede quedar fuera de servicio, más precisamente, a mediados del mes de diciembre”.

“Nos están haciendo cavar nuestra propia fosa”.


Otro curro de Triaca

Triaca acaba de anunciar un acuerdo entre Somisa y un consorcio privado, para la construcción de una planta de fertilizantes en San Nicolás. Para el grupo privado (que integran grupos de la patria contratista local y pulpos japoneses) el negocio consiste en “aprovechar los dos millones de metros cúbicos diarios (de gas) que le sobra ahora a Somisa” en conocimiento del “benévolo contrato que tiene Somisa con Gas del Estado por el que adquiere esta materia prima a 1,2 dólares” (Clarín, 7/10) (30% por debajo de su costo en EEUU).

Somisa aún no fue desactivada, pero los negociados ya comenzaron: Triaca se dispone a subsidiar, con los recursos de Somisa, a un grupo privado. La privilegiada situación de Somisa — en cuanto a suministros de electricidad, gas, puertos, cercanía del mercado consumidor — servirían para reportar nuevos negociados.

La hipotética construcción de esta planta ocuparía transitoriamente, a 1500 obreros. Luego, solo absorbería 300 puestos de trabajo. No resuelve ni el 10% de la desocupación que quiere provocar Triaca. Pero constituye una nueva fuente de vaciamiento de Somisa a favor de los capitalistas privados.