Sindicales

20/11/1991|346

Somisa: Triaca elogia a Brunelli

Según la información de la empresa, más de 2.700 trabajadores habían optado por el “retiro voluntario” hasta el 15 de noviembre, sobre los 3.100 cuya cesantía inmediata exige el gobierno. A la propuesta existente para el pago de la indemnización en cuotas, la empresa ha sumado otras dos variantes: una plantea elevar un 150% el monto de las indemnizaciones, a cambio de abonar en efectivo un 25% y el resto en 48 cuotas mensuales. La otra ofrece en lugar de efectivo “bonos de reinserción laboral” que cobrará no el trabajador ¡¡sino el empleador que lo tome!! Este variado “menú” que alarga los plazos de pago y disminuye la proporción en efectivo, demuestra que los fondos del “retiro” no están garantizados y que también en este terreno “está todo prendido con alfileres”. El pago de la cuota de noviembre depende, por ejemplo, del cierre de una venta a Irán.

El clima interno es de desmoralización. Las “suspensiones rotativas “que prometiera Brunelli, no existieron nunca. Los 5.500 que ingresaron a trabajar son obligados a realizar las tareas de los que quedaron afuera, imponiendo de hecho la “flexibilidad laboral”. A trescientos técnicos y trabajadores fuera de convenio, la empresa les impuso dictatorialmente el “retiro” amenazándolos en caso contrario con el despido con causa. Por último: el horno 2 en funcionamiento está en condiciones pésimas y no hay repuestos para acondicionarlo, existe un sólo sector que trabaja “a full”, que es Laminación.

Triaca-Brunelli: qué los une

El interventor en Somisa ha hecho un público reconocimiento a Naldo Brunelli: “es el dirigente para esta etapa. Un tipo que analiza los problemas no solo desde el punto de vista de la legislación laboral sino de la economía y sobre todo que se pregunta cómo está la actividad a nivel económico nacional y mundial” (Pág. 12, 30/10). Pavada de elogio; un reconocimiento, por sobre todo, a quien “supo” como “terminar una huelga”.

Al margen de esto, puede que otros puntos unan a Triaca y Brunelli. El ex burócrata y actual empresario acaba de atacar duramente al grupo Techint, uno de los interesados en apoderarse de Somisa. “Ud. dijo que quienes se oponían a la reconversión eran los compradores de productos de Somisa. ¿Se refería a Acindar y Propulsora? No —responde Triaca— Acindar no es el caso. Propulsora sí tenía un convenio que hemos anulado…(porque) no era saludable para la futura privatización” (Pág. 12, 30/10). Casi una semana después, Brunelli denunciaba también al grupo Techint, al que acusó de “pretender quizás recibir la empresa cerrada y con el gobierno habiéndole pagado la indemnización a la gente… han comprado medio país, si compran Somisa, nos van a hacer percha” (Norte, 11/11/91).

Brunelli se ha convertido en un cruzado de la “privatización”. Lo ideal para la acería —dice—sería “la empresa estatal italiana Ilva… pero no indefectiblemente tiene que pasar por el grupo estatal, sino que puede ser cualquiera…” (Ídem). Antes Alsogaray, en cambio, había denostado a Triaca por su manejo “poco hábil” en el tema Somisa, lo que indicaría que el ingeniero está actuando como comisionista de un operativo “privatizador” rival, en favor de otros pulpos.

Como dijimos en su momento el proceso no ha dicho aún su última palabra — y los trabajadores deben extraer el balance de lo ocurrido para poder intervenir con una política propia.