El cuerpo de delegados del sindicato del Subte votó iniciar un plan de lucha que comenzará con paros de una hora de a dos líneas por vez en horario de 14 a 15 hs. Luego de la primera ronda un nuevo plenario decidirá, según los resultados, los siguientes pasos.

Los reclamos

Los reclamos son de primera importancia: el doble franco semanal – actualmente se trabajan 6 hs, 6 días con uno de descanso-,  el recambio de las formaciones contaminadas con asbesto y la reposición de personal faltante.

El factor común de estos reclamos es de larga data y fueron arbitrariamente postergados por la empresa – antes Metrovías, ahora Emova, siempre del Grupo Roggio – y por su controlante Sbase del Gobierno de CABA.

El proceso de recambio de trenes, por ejemplo, debió iniciarse hace 4 años. Otro rasgo común reside en su surgimiento desde los sectores de trabajo y sus delegados. De los tráficos, en el caso del cambio de flotas, que es un pilar del problema más vasto de la desabestizacion de todo el Subte. De los talleres de mantenimiento, el empuje por el doble franco primero durante la pandemia como una condición para la menor exposición al Covid, que se extendió luego a todo el Subte como una mejora de las condiciones de vida del trabajador y su familia. La reposición de la reducción de personal, tuvo el epicentro del reclamo en estaciones, donde la patronal suprimió puestos de trabajo absorbiéndolos con personal con multifunciones.

La relación de fuerzas

Dicho esto, se debe considerar el cuadro político de este conflicto. La patronal, “amparada” en la crisis y el ajuste, no va a ceder fácilmente en cuestiones que implican importantes inversiones. Por el contrario, su política viene siendo la racionalización y la presión por el aumento de la productividad: más trabajo con menos personal.

Sbase y el gobierno de Larreta están alineados en la misma orientación. Para quebrar esta resistencia patronal -como lo demostró la lucha del Neumático- se necesita una acción tenaz y progresivamente más profunda y extendida, jugando todos los recursos de la movilización obrera. Paros, asambleas y movilización fueron las armas de la histórica lucha por la jornada de 6 hs, por la insalubridad.

¿Existen estas condiciones?

La conducción de AGTSyP adhiere a la CTA yaskysta y fuertemente al gobierno nacional y su fracción kirchnerista, lo que se viene manifestando en un fuerte conservadorismo e inacción, en gran parte responsable de la postergación de reclamos tan estructurales.

La mayoría del cuerpo de delegados responde a esa línea. El hecho de que acompañen hoy con un plan de acción temas tan sentidos por la base es inseparable del hecho de que este mes se realizan las elecciones de las direcciones tanto de la CTA Yasky como de la AGTSyP. Los Pianelli y Segovia juegan en ambas a la continuidad de la línea oficialista, lo que supone buscar una sintonía con las aspiraciones de sus representados.

Hay viento a favor

Pero es cierto también que más allá de toda sospecha de demagogia, el cuadro general de crisis de régimen, de demolición de los frentes políticos capitalistas y diáspora de las burocracias sindicales, y fuertes luchas, como la del Sutna, los médicos o los desocupados, alienta la pertinencia de una agenda como la que se votó en el subte. Tiene viento a favor. Las asambleas de sectores tienen que decidir el curso del conflicto.

La oposición de izquierda, que en ambas elecciones se presenta como Lista Multicolor, tiene el desafío de actuar no sólo como una vía de agitación política, sino como la mejor organizadora de la lucha de los trabajadores contra el ajuste de los gobiernos patronales y el FMI.