Sindicales

1/12/2022

Subte: gran elección de la oposición Multicolor

Un balance en el marco de baja participación

Corresponsal

El miércoles 29 de noviembre se realizaron las elecciones del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP. La lista oficialista Roja y Negra, a pesar del marcado retroceso electoral, logró la reelección de Roberto Pianelli como secretario general y de su adjunto Néstor Segovia, obteniendo el 59% de los votos (749). La oposición de izquierda Multicolor, encabezada por Claudio Dellecarbonara y Christian Paletti, realizó una gran elección con un 41% (520), conservando la misma cantidad de votantes de la última elección.

El kirchnerismo sindical tuvo un derrumbe importante perdiendo más de un tercio (369) de los votos conquistados en 2018 y realizando su peor elección desde el 2011. Su retroceso en todas las líneas del subte se equipara con una baja en la participación en los comicios; sufragó solo el 58% del padrón y votaron 393 afiliados menos que en la elección anterior. La oposición antiburocrática ganó en las líneas B y C, donde se desarrollaron los principales conflictos del subte que se chocaron con el conservadurismo e inacción de la directiva para resolver reclamos tan estructurales como la renovación de flotas contaminadas, las condiciones laborales en talleres y el faltante de personal en estaciones.

Una primera conclusión es que el descontento de la base con el oficialismo solo pudo ser canalizado parcialmente por la oposición. Tuvo en cambio su expresión mayoritaria en la baja participación en esta elección.

El retroceso del oficialismo es un producto directo de los fuertes compromisos políticos que vinculan al pianelismo con la burocracia sindical de la CTA-Yasky y con el Gobierno del Frente de Todos y su línea de ajuste dictada por el FMI. Una conducción sindical kirchnerista que tiene una política pasiva y conservadora ante los conflictos – subordinada al ajuste de los gobiernos de los Fernández, Massa y Larreta – que permite el avance patronal y de la UTA.

La elección en la línea B tuvo un capítulo aparte. La Multicolor denunció frente a la junta electoral que la medida de fuerza de la UTA que paralizó el servicio en la línea por más de 6hs, afectaba gravemente la participación de los compañeros en la elección e incidiendo directamente en el resultado, y propuso suspender y postergar el comicio. La junta electoral que responde al oficialismo rechazó con argumentos banales, sabiendo que perjudicaba a la lista opositora. Los resultados están a la vista fue la única línea donde la oposición perdió 82 votos y donde hubo un menor porcentaje de participación.

La conformación del Secretariado Ejecutivo refleja el carácter antidemocrático del Estatuto de la AGTSyP que no contempla un reparto proporcional de cargos, asignando al oficialismo la totalidad de las 27 secretarias y subsecretarias y sólo 3 vocalías y 2 revisores de cuentas a una “minoría” que obtuvo el 41% de los votos.

La campaña de la Roja y Negra

La campaña de la Roja y negra estuvo condicionada por sus disputas internas (que se expresaron en la presentación separada a la junta electoral).

El oficialismo, en el marco de la elección, propuso un plan de acción por reclamos postergados de primera importancia que reflejaban el clima de los sectores afines a estas reivindicaciones muy sentidas: el doble franco, el recambio de las flotas contaminadas con asbesto y la reposición del personal faltante. El oficialismo lo caracterizó como un conflicto largo y propuso medidas de baja intensidad. Esto fue criticado por propios y ajenos como un oportunismo y manipulación electoral. Se jugó a una campaña despolitizada evitando el debate en los sectores con la oposición y ocultando su apoyo al gobierno del ajuste.

Las campañas Multicolor

El debate sobre las consignas centrales y sobre cuál debía ser el eje y el contenido de la campaña Multicolor reflejó una discrepancia política de fondo entre las agrupaciones de la oposición. La Naranja (PO e independientes) propuso que el eje de la campaña debía explicar que la base del conservadurismo de la directiva es producto de la subordinación al gobierno, su fracción cristinista y el pacto con el FMI. La Violeta – un desprendimiento del oficialismo en 2015 que mantiene su apoyo al kirchnerismo – se opuso a criticar el acuerdo con el FMI en las consignas centrales como así también el carácter k del pianelismo. La Bordó (PTS) se adaptó a esa posición, minimizando la diferencia con sus aliados de la Violeta a cambio del acuerdo para encabezar la lista y con la especulación electoral de que los descontentos con la directiva podrían votar a la oposición si evitábamos la crítica al kirchnerismo sindical.

Nuestra intervención en las luchas

La campaña de la lista Naranja (dentro del frente Multicolor) estuvo fuertemente ligada a las luchas en curso. Sus candidatos fueron dirigentes y activistas de conflictos como el de Talleres, reclamando las condiciones laborales, el personal necesario para garantizar un mantenimiento efectivo hoy inexistente y por el doble franco. O el de la lucha contra la contaminación por asbesto y el recambio de la flota contaminada – 4 años de bicicleteo patronal – en el Tráfico de la línea B.

El buen resultado electoral de la oposición de izquierda de la Multicolor, debe ser una plataforma de lucha de los trabajadores del subte por sus reivindicaciones, que surgen directamente de la ofensiva de la patronal y los gobiernos para imponer el ajuste del FMI, superando las limitaciones políticas del oficialismo kirchnerista.