Sindicales

31/3/2016|1404

Subte: la lucha de las estaciones

Los delegados de estaciones del subte -boleteros, auxiliares- vienen librando una lucha que ha incluido la interrupción del tráfico, ante la amenaza patronal a sus puestos de trabajo

Círculos del subte del Partido Obrero


Los delegados de estaciones del subte -boleteros, auxiliares- vienen librando una lucha que ha incluido la interrupción del tráfico, ante la amenaza patronal a sus puestos de trabajo. Es que Metrovías, con el apoyo de Sbase (Gobierno de la Ciudad), está bajando máquinas de recarga de la Sube, con la finalidad de eliminar, a su término, el puesto de boletero. El planteo de los compañeros es que, según un acta firmada en 2013, cuando apareció el programa de incorporación de máquinas, la empresa se comprometía a completar el personal faltante de boleterías, blindar las mismas para reforzar la seguridad y poner un plazo a la contratación de personal tercerizado de seguridad, mientras la Federal era reemplazada por la Metropolitana. Dado que muy poco de estos compromisos se han cumplido (menos de un 25% de las boleterías blindadas y permanencia del faltante de personal), los delegados se oponen a que se bajen las máquinas mientras no se efectivicen las mejoras acordadas.


La directiva kirchnerista de la AGTSyP, a más de dos años de esos compromisos, ha dado largas a la cuestión, en infinitas reuniones que no llegaron a nada. Y ahora directamente ha salido a atacar a los que luchan y plantea que las máquinas se instalen, sin encenderlas hasta finalizar las negociaciones. Una maniobra de desgaste, cuyo próximo paso será admitir que se pongan en marcha, bajo el argumento de que “no podemos oponernos al adelanto tecnológico”, como vienen pregonando. Pero aquí no se trata de un debate teórico sobre los efectos de la tecnificación sobre las condiciones de trabajo. La introducción de estas máquinas no mejorará el servicio. Apunta apenas a aumentar el beneficio empresarial reduciendo el personal y manteniendo el manejo de la recaudación millonaria de la Sube. Que se trata de un plan más general de racionalización, lo prueba el hecho de que abarca todos los sectores. En tráfico han comenzado a sancionar compañeros por oponerse a realizas más vueltas reduciendo el tiempo de descanso. Y en los talleres hay un plan de achicamiento y de tercerización del mantenimiento.


Conclusión: para frenar la política de racionalización y flexibilización laboral del macrismo en el subte hay que movilizar a la AGTSyP y nada mejor que empezar por apoyar la lucha de los compañeros de estaciones contra la eliminación de puestos de trabajo. Si la conducción no está dispuesta a hacerse cargo de esta tarea, los delegados y activistas más conscientes deben iniciar una campaña que encare desde la base este tema candente.