Sindicales
29/12/2016
Subte: La lucha por la seguridad ante un desenlace
Metrovías y Sbase se niegan a implementar el protocolo para evitar nuevas muertes.
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En el día de hoy (jueves) Metrovías y su controladora del gobierno porteño, Sbase, se han negado, en una reunión mantenida en la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, a aceptar las medidas básicas de seguridad reclamadas por la AGTSyP para prevenir nuevos accidentes fáltales en el Subte.
Con el argumento de tener que seguir estudiando el tema –nos comunicó Christian Paletti, delegado de talleres y miembro de la delegación gremial– “rechazaron el compromiso de aplicación de seis medidas básicas de protección eléctrica para prevenir accidentes por descargas en zonas de trabajo con alto voltaje, como así también otras medidas de prevención en distintos sectores”. Se trata de un acto de desprecio por la vida humana por parte de una patronal cuya negligencia criminal en materia de seguridad laboral ha costado cinco vidas de trabajadores en los últimos seis años.
Como lógica e inmediata reacción, el sindicato ha convocado a reunión del cuerpo de delgados para mañana viernes, a las 11.30, con el objeto de determinar las medidas a tomar. La intransigencia patronal en un tema tan crítico no deja otro camino que el de la acción directa. Seguramente el primer lunes del próximo año encontrará a los trabajadores del subte en pie de lucha. Se baraja el paro de los talleres como primer medida, hacia el paro total en caso de mantenerse la perversa postura empresaria. Sin obstar, en todos los casos, para detener toda tarea riesgosa, hasta que se subsane la falencia, como dejó fijado la parte gremial en actas del ministerio. Debe aquí destacarse que en varios talleres –Polvorín Bonifacio, Canning, Constitución, San José– los trabajadores y delegados de base vienen interrumpiendo tareas, que pueden costar una nueva vida en cualquier momento. Y que esta iniciativa corresponde que la encabece la conducción del sindicato y no lo está haciendo. Es fundamental, que la decisión de preservar la integridad física de los trabajadores la garanticen los dirigentes y que no se entiendan como una responsabilidad que se deja en manos de la base, acosada por la presión de los personeros de la empresa.