El sindicato del subte, AGTSyP, está desarrollando acciones que, para tener perspectiva de triunfo, requieren de una orientación diferente.

El motivo es el reclamo de importantes logros, como son la obtención de un franco más por semana (hoy hay solo uno), la incorporación de personal faltante en sectores semivaciados y la renovación de las formaciones obsoletas y contaminadas con asbesto.

Son temas de fondo, que suponen una inversión financiera y concesiones que la empresa y el gobierno Larreta ya dijeron que no van a hacer. Con ese cuadro, solo un plan de lucha fuerte y sostenido puede quebrar la resistencia patronal.

En lugar de ello, la directiva kirchnerista del sindicato mantiene medidas mínimas y parciales, como la apertura de molinetes o paros de un par de horas rotativos, de dos líneas por vez y en horarios que no entorpecen los picos de tráfico más masivo. La empresa respondió con telegramas advirtiendo descuentos y posibles sanciones.

Los paros no se realizan en todas las líneas simultáneamente, como se votó en el cuerpo de delegados a propuesta de la oposición de izquierda; esto fue luego desconocido por la mayoría de la conducción.

Con la actual modalidad, estas acciones terminarán desgastando a los trabajadores (confirmando que el reclamo se lanzó para lavarse la cara ante la elección de la AGTSyP del año pasado, pero sin ninguna voluntad de ir a fondo para conquistarlo).

Su función tiene una clara explicación política: el oficialismo del sindicato está profundamente subordinado al gobierno nacional y a los pactos del peronismo con Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires, donde comparten jugosos negocios del capital financiero e inmobiliario. Súmase a ello que el kirchnerismo gremial con Yasky (CTA) a la cabeza está concentrado en la feroz interna del FdT y en la suerte de Cristina, y juegan como factor de contención de cualquier tipo de lucha popular.

La izquierda y el activismo combativo del subte tiene la responsabilidad fundamental de poner en evidencia estos bloqueos. Donde se pelea de verdad -Sutna, residentes, piqueteros- se puede triunfar.

Hay un punto clave para este conflicto de cara a los trabajadores: el reclamo de que el cuerpo de delegados retome el planteo del plan de lucha de todas las líneas. Y su extensión y profundización hasta imponer a los Roggio y los Larreta el programa de reivindicaciones elementales y urgentes reclamadas. Hay que llevar esa agitación a la base de las líneas.

https://prensaobrera.com/sindicales/la-cgt-se-reactiva-para-la-interna