Sindicales

19/9/1991|340

Supe: Asambleas generales para resol ver la huelga general quiebra total de la burocracia

La Federación Supe no ha tomado una sola medida de acción en defensa de los 2.300 cesantes a raíz del paro nacional del viernes 13. Con esto la burocracia deja abierto el camino al “principio de solución” que busca el gobierno, que es obtener la firma de una cláusula de “paz social” que garantice la política de privatización de YPF y sus inevitables cierres y despidos. Esta sería la base de la “conciliación voluntaria” anunciada por el interventor Estenssoro. La sospecha de que “este eventual entendimiento fue discutido en una serie de entrevistas que Diego Ibáñez, titular del gremio, mantuvo con el presidente Menem y el ministro Cavallo” (Clarín, 19/ 7), explica el inmovilismo de la Federación Supe frente a las cesantías.

Los cesanteados en filial Capital y Ensenada (Destilería La Plata) están concurriendo a los lugares de trabajo y luego a las sedes sindicales, donde invariablemente los agentes de la burocracia les responden con la fórmula de “esperar el resultado de las negociaciones”. Una combativa asamblea de 2.000 petroleros realizada en Ensenada el sábado 14 reclamó salir al paro de inmediato, pero la dirección ubaldinista de la filial planteó esperar 72 horas a la respuesta de la Federación, y en caso de que no se reincorpore a los despedidos, “bajar la palanca y salir al paro por tiempo indeterminado” (la destilería continúa operando sobre la base de trabajadores afiliados al Supe y contratados).

Una burocracia quebrada

El paro nacional del viernes 13 había sido precedido por una asamblea popular de trabajadores de Supe y pobladores de Mosconi, que congregó 4.000 personas y el corte de la ruta internacional n° 34, para protestar contra la privatización de los yacimientos y el cierre de la destilería, lo que significaría el desmantelamiento de pueblos enteros y la desocupación masiva. El secretario general del Supe-Yacimiento Norte renunció a su cargo “al verse superado por la presión de las bases en defensa de YPF” (El Tribuno, 12/9). Hubo paros y movilizaciones en Río Gallegos; 15 días antes paró Flota y un mes atrás Comodoro. En Mendoza se realizaron marchas de 2.000 trabajadores y se anuncia una asamblea para el próximo miércoles 25.

Una burocracia que ha sido cómplice de la entrega de las áreas, de la destrucción del salario y del convenio, y que poco tiempo atrás “mereció” el reconocimiento del mismo Estenssoro por su “amplia colaboración” en la reforma de YPF, no podía tener otra política que ésta de sepultar la defensa del patrimonio nacional y del derecho al trabajo. No está claro aún porqué lanzó el paro nacional del viernes 13, que no tuvo programa ni organización. En filial Capital las plantas pararon mayoritariamente, pero en Sede Central la dirección se borró o entró a carnerear. En Supe Mendoza o en las filiales del Sur el paro se cumplió débilmente o no se llevó a cabo. Fue el paro de una burocracia quebrada y en descomposición por su servilismo frente al gobierno entreguista. Esto explica que en vastos sectores de la masa petrolera exista la convicción de que fue un paro “arreglado” para consumar una derrota y ahogar preventivamente toda resistencia a los planes privatizadores.

Asamblea General

La Federación Supe, como aparato responsable de defender a los trabajadores y el convenio, no existe. Ni para frenar la cesantía de los 2.300 despedidos ni mucho menos para impedir el proceso de saqueo y entrega que significa la cesantía en puerta de otros 10.000 petroleros. La posibilidad de una acción sindical depende por completo de la realización de asambleas generales, de direcciones responsables ante ellas y de los planes de lucha que ellas voten. En Ensenada, una gran cantidad de compañeros impulsa la huelga general en la filial para lograr la reincorporación de los cesantes. Esto lleva a la unidad de acción con los trabajadores de Flota y de toda Ensenada. En Capital, la agrupación Granate impulsa la convocatoria a una asamblea general para decidir una lucha común y hacer frente al vaciamiento del sindicato por Crespi y Cía. En Mosconi, los activistas están impulsando la convocatoria a una nueva asamblea popular y proponen una marcha sobre Salta, a 400 Km. del yacimiento.

El camino es la huelga y la movilización y las asambleas generales. El puñado de burócratas quebrados ha convertido al Supe en una cáscara vacía al servicio del gobierno peronista del Citibank.