Sindicales
13/5/1991|330
Salta
SUPE yacimiento norte: Las bases se ponen de pie
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El cepo de Ibáñez y compañía sobre los trabajadores petroleros comienza a romperse por el norte.
Un grupo de delegados se autoconvocaron y organizaron un acto de protesta, el martes 23, con motivo de haber sido puestos en disponibilidad y enviados a “cursos de capacitación” setenta trabajadores (despidos encubiertos). Dos mil personas, entre trabajadores, gente del pueblo, y hasta estudiantes secundarios de la escuela de Comercio se reunieron en la plaza de General Mosconi. El Intendente municipal, que es a la vez vicepresidente del PJ provincial, intervino para proponer la realización de gestiones en la “Comisión Provincial de Hidrocarburos” (están representados el PJ, los radicales y los renovadores ), que es un organismo inoperante que oficia de cortina de humo de las privatizaciones.
En Tartagal, el sábado 4, se realizó otro acto, que se transformó en asamblea, y se pronunció por la renuncia de Diego Ibáñez y por la convocatoria a un congreso democrático de todos los petroleros del país, y en lo que hace a la región formar una comisión de delegados con el conjunto de los trabajadores y los estudiantes, para hacer un plan de lucha que se inicie con el paro activo regional.
La intervención en esta línea de Cesar Raineri (delegado de la obra social) fue muy apoyada. Pero en este acto del sábado 4 también hablaron los diputados nacionales, los cuales propusieron firmar un compromiso en favor de la suspensión momentánea de la privatización, para adecuarla a las propuestas de la Comisión Provincial de Hidrocarburos, la que también tiene un planteo privatista.
Las intervenciones de los diputados fueron repudiadas por los presentes que reclamaban que “hablen los trabajadores”. Miembros del PC plantearon castigar en las elecciones de octubre a los diputados que no cumplan con el pueblo. El repudio creció al punto que el senador nacional Juan Carlos Romero no pudo terminar su discurso. El grito de todo el estadio (había una 1.500 personas) era que hablara el compañero Raineri. Este ratificó y denunció la complicidad de todos los diputados con la entrega de YPF (el capitán Ulloa, primero en todas las encuestas, ni siquiera se animó a poner la cara) e hizo un llamado a la iniciación de un plan de lucha regional. A este acto concurrió una delegación del Supe Tucumán con un mandato de paro votado en una asamblea de 150 trabajadores.
Aunque el acto terminó sin ningún plan de acción, ha cobrado impulso la necesidad de un plan de lucha y de una Asamblea Popular.