En el día de ayer, cerca del final de su jornada laboral, Martín Román, reconocido activista de La Naranja de Comercio en el supermercado Vital de Laferrere, fue informado de su despido.

Este no es el primer intento de la patronal de desvincularlo de la empresa, en el año 2011,  lo despidieron y fue reincorporado gracias a la reacción firme y unánime de los trabajadores del establecimiento. Durante estos diez años, Martín cumplió  un papel de activista dentro de Vital, siempre a la cabeza de los reclamos de sus compañeros, frente a la incapacidad de los delegados truchos del Seoca ( Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines Zona Oeste). El año pasado a pedido de sus compañeros decide presentarse como delegado y el Seoca definió unilateralmente proscribir su candidatura y realizar unas elecciones truchas, maniobra que fue denunciada ante el  Ministerio de Trabajo y que al día de hoy nunca ha fijado posición, avalando de esta manera una elección plagada de irregularidades, a pesar de la ineptitud del Ministerio,  los trabajadores dieron la espalda a esta manipulación y definieron en asamblea no participar de la elección, solo 9 personas se presentaron a votar. El plan de liquidación de la organización de los trabajadores se evidenció cuando desaparecieron las reuniones y asambleas de cualquier índole, producto de las quejas constantes de la mayoría de los trabajadores contra las actitudes burocráticas y patoteriles de los seudo delegados.

En el gremio de Comercio la precarización avanza a pasos agigantados, la expulsión de los trabajadores de planta, sobre todo los de mayor antigüedad y su reemplazo por trabajadores “part-time” es moneda corriente, el despido de Martín responde a que la empresa necesita tener el camino  allanado para acrecentar las presiones hacia sus trabajadores y  para ello es necesario atacar a los activistas y defensores de los derechos laborales. Estos son los objetivos de la patronal, no hay dudas, pero hay que señalar el papel nefasto y colaboracionista del sindicato de comercio y sus falsos delegados en favor de estos ataques al convenio de comercio. Ante el pedido de muchos trabajadores de Vital para hacer frente y rechazar el despido de Martín, la respuesta fue que la dirección del sindicato no les da el aval, ni siquiera para realizar una asamblea, lo cual la convierte en cómplices del despido. Al igual que en el cierre de Garbarino con sus 4.000 despidos,  las direcciones sindicales de comercio no jugaron papel alguno para revertir esta situación. Sumado a paritarias inconsultas firmadas siempre a la baja, haciendo que año tras año la inflación vaya disminuyendo nuestro poder adquisitivo.

Es fundamental revertir esta situación, por eso es necesario enfrentar el despido dentro de la sucursal y luchar por la reincorporación de  Martín mediante la organización los trabajadores de Vital para enfrentar cualquier intento de avanzar con más despidos y sobre todo para frenar cualquier ataque patronal.

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