El anuncio del adelantamiento de vacaciones de 400 operarios de la planta de Arcor de Colonia Caroya, Córdoba, ha sacado a la luz una presunta “crisis de ventas” que el principal grupo alimenticio del país intenta descargar sobre las espaldas de los trabajadores. Las suspensiones en Caroya estuvieron precedidas por 40 despidos en la planta de Arcor Salto (Provincia de Buenos Aires), por las vacaciones anticipadas en Arcor Estirenos (San Luis) y en la planta también cordobesa de Villa Totoral.

Las suspensiones –disfrazadas como adelantamiento de vacaciones- contrastan con la realidad del Grupo Arcor; es una de las principales beneficiadas por la devaluación (se estima que exporta el 80% de su producción, principalmente a China); no hace dos meses inauguró conjuntamente con el presidente Macri una nueva planta de procesamiento de maíz en su planta de Arroyito. Su dueño, el multimillonario Luis Pagani, está involucrado directamente en el escándalo por evasión impositiva a través de las cuentas offshore en Panamá.

El ingrediente secreto

Las suspensiones, tanto como los despidos, pasan sin respuesta alguna del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Córdoba ni de la Federación. El esquema se repite en Arcor, como en Cresta Roja –que afrontará una etapa decisiva de la quiebra en los próximos días-, en el Grupo Canale, en Bertone Hermanos y en Bimbo. El ingrediente secreto del Grupo Arcor es su asociación directa con la directiva del STIA.

La Verde se niega a dar una respuesta de conjunto a las suspensiones, como también esquiva el reclamo de la reapertura de paritarias –esto a pesar de que el conjunto de los convenios del STIA quedaron por debajo de la canasta familiar. La agenda de la Verde es la de la nueva CGT (que Rodolfo Daer integra como secretario de Industria y Producción) que apunta a enfriar al movimiento obrero para hacer pasar el ajuste a cambio de un fortalecimiento de sus intereses de aparato. 

Una salida obrera a la crisis

¿Qué propuesta deberían defender los trabajadores para evitar pagar la crisis? Es sabido que las suspensiones son la antesala de los despidos. Es necesaria una fuerte respuesta de los trabajadores del conjunto del Grupo Arcor en defensa de los puestos de trabajo. Para eso desde la Agrupación Naranja de la Alimentación planteamos el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, y que la crisis la paguen Pagani y los ajustadores.