El reciente Congreso Ordinario del Suteba constituyó un cuidadoso operativo político de la burocracia celeste y azul y blanca para encuadrar al gremio en la política de cogestión con el gobierno de Solá, y en la tregua anunciada por Ctera con el gobierno de Kirchner.

La movida contó con la intervención personal de Hugo Yasky, secretario general de Ctera, quien defendió al gobierno de Kirchner con entusiasmo y definió como sus propias preocupaciones llevar adelante los puntos básicos que desde febrero anunció el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus.

Yasky dijo que Ctera luchará por una Ley de Financiamiento Educativo que integre el incentivo al sueldo y que garantice una participación mayor del Estado nacional en el presupuesto educativo de las provincias; “salir” de la reforma educativa en forma ordenada y promover una mayor formación docente. Palabras más, palabras menos, el plan de gobierno de Filmus.

Baradel, secretario adjunto de Suteba, planteó por su parte, que Solá reconoció el desastre de la aplicación de la reforma educativa (lo que definió como un triunfo “histórico” de Suteba) y debió retroceder en la aplicación de las leyes de ajuste, por lo que Baradel reivindicó los 44 pesos miserables de aumento que hemos recibido los docentes provinciales. En definitiva, hasta Solá cambió, lo cual justifica la integración del Suteba a las mesas de cogestión con el ministro Oporto.

Las reivindicaciones docentes, la mención del salario, la denuncia de la municipalización de la educación (las resoluciones 6000 y 6001, el plan educativo de Solá) y el planteo del más mínimo plan de lucha estuvieron completamente ausentes.

La burocracia ha establecido un acuerdo estratégico con Kirchner y con Solá.

En este contexto, anunció que acordará con el gobierno paritarias, en las que entregará definitivamente todas las reivindicaciones docentes.

Está planteado organizar desde las bases un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo, por el aumento de emergencia ya de 250 pesos, y un básico de 800 por cargo para todos.

En esta perspectiva, se acrecienta la responsabilidad de las seccionales recuperadas, que en el congreso rechazaron abiertamente este engendro burocrático.