El 21 de abril se realizaron las eleccio­nes para renovar la Comisión Directiva del Sindicato Municipal de Tafí Viejo, impo­niéndose la lista Naranja (lista integrada por el activismo combativo) por 181 votos so­bre 171 de la Celeste de la burocracia. Se ponía fin así al dominio de una camarilla que por 12 años no había realizado ninguna asamblea, y los reclamos más elementales estaban postergados. A partir de la asunción de la nueva conducción se pasó a elegir un cuerpo de delegados, y por medio de asam­bleas se votó un pliego reivindicativo y un plan de lucha. Luego de tres días de paros y movilizaciones, la intendencia tuvo que ce­der en la mayoría de los puntos: pago de la ayuda escolar primaria ’95; pago de un adicional de 40 pesos adeudado desde hace 14 meses; pago de diferencias salariales en asignaciones familiares ’93-’94; pago de la extensión horaria.

Entonados por esta primera victoria, se comenzó a preparar un segundo pliego rei­vindicativo que contempla el reconoci­miento de un básico para la categoría 1 de 200 pesos (hoy es de 108 pesos), la estabili­dad para el personal contratado y tempora­rio, el reconocimiento de la insalubridad para una serie de trabajos, etc., y la declara­ción del estado de alerta ante las manifesta­ciones de Ortega de que no garantizarían el pago en tiempo de los sueldos de los em­pleados públicos.