Sindicales

12/2/2004|837

Talleres Ferroviarios, un nuevo negociado

En septiembre del año pasado el presidente K procedió a la reapertura de los talleres prometiendo integrar un millón de pesos para reactivar su funcionamiento y la incorporación de centenares de trabajadores. De todas esas promesas sólo se ha concretado el ingreso de 50 trabajadores en condiciones precarias y de completa flexibilización laboral. Ahora el gobierno nacional ha informado que los talleres van a ser incorporados en el paquete de reprivatización del FFCC Belgrano y ha anunciado la entrega de un subsidio de 12 millones de pesos a los actuales concesionarios de este ferrocarril con el argumento, entre otros, de que con ello se van a reactivar los talleres.


La propuesta de privatizar los talleres fue rechazada por los trabajadores y también por una suerte de asamblea popular (asamblea de las fuerzas vivas) que se formó en el período de la reapertura de los talleres y que ha venido funcionando en todo este tiempo.


Los trabajadores han rechazado la privatización señalando el fracaso de esta medida en todos los servicios ferroviarios y agregando que ninguno de los actuales trabajadores de los talleres iban a ser tenidos en cuenta por los futuros dueños, debido a su edad y condición física. Ante todo este cuadro de incertidumbre, a mediados de enero los trabajadores tomaron los talleres, lo que obligó a que rápidamente interviniera el gobernador Alperovich y las autoridades de la Secretaría de Transporte de la Nación. Alperovich fue tajante: "trabajador que para, se va", emulando el discurso de Menem de la década del ’90, cuando señalaba: "ramal que para, ramal que cierra", e imponiendo una suerte de estado de sitio a los trabajadores para que no realicen más protestas, con la exigencia de que en un mes terminen de reparar el tren Alma, a pesar que los talleres están semidesmantelados, con pocas herramientas y personal.


Frente a este panorama, se ha abierto el debate entre los trabajadores y diversos sectores de las "fuerzas vivas", sobre qué rumbo seguir, porque todas las expectativas estaban detrás de las promesas de que K efectivamente venía a recuperar el patrimonio del Estado y a proteger a los trabajadores, y ahora se enfrentan con que es el gobierno de K el que impulsa una recuperación de los talleres con dinero del Estado para ser entregados a los grandes pulpos exportadores de la zona (Aceitera Deheza, Ingenio Ledesma, El Tabacal, Minetti, Minera Aguilar, Refinor, etc.). Ante este panorama, es necesario un programa orientado a enfrentar el negociado entreguista, exigiendo el rechazo a la privatización, con el planteo de que los talleres deben reactivarse bajo el sistema de autogestión obrera, como un aspecto de la lucha por la anulación de todas las privatizaciones del sistema ferroviario y su puesta en funcionamiento bajo administración y control de los propios trabajadores. Sólo por esta vía la reapertura estará al servicio de los trabajadores y del interés nacional. En este marco, es necesario impulsar la movilización popular para exigir al Estado nacional la firma de un convenio que asegure el salario, las condiciones y la estabilidad laboral de los trabajadores reincorporados.