Sindicales
4/12/2008|1066
Tandil: La gran lucha de los trabajadores de Loimar
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A mediados de octubre los trabajadores de la empresa ladrillera Loimar se habían desafiliado de un sindicato patronal como el Solma, que nunca defendió una sola reivindicación dentro de la fábrica, donde los trabajadores soportan duras condiciones de trabajo.
En represalia a la desafiliación, la patronal despidió en masa: primero a los contratados y luego a la mitad de los efectivos.
Rápidamente, los trabajadores buscaron cobijo en un sindicato que se encuadrara en la actividad y recurrieron a la federación ceramista con delegación en Azul; comenzaron un paro total de la planta por dos días con bloqueo de la entrada impidiendo el ingreso de camiones y contratistas.
El Ministerio de Trabajo dictó inmediatamente la conciliación obligatoria, y convocó a la empresa y a… Solma. Los burócratas firmaron un acuerdo espurio que dejaba a 13 trabajadores fuera de la fábrica.
Mientras la burocracia del Solma recibía el repudio generalizado, en la puerta del ministerio los trabajadores resolvieron el paro por tiempo indeterminado… sin sindicato que los ampare. Al otro día la fábrica amaneció bloqueada, pero los trabajadores no impidieron el ingreso a aquellos que quisieran entrar. La confianza de la unidad obrera quedó en lo hechos: sólo cinco operarios entraron.
En todo el conflicto, la burocracia de la CGT fue una sola vez a la puerta de la fábrica para informar que “manejaban el asunto en el comité de crisis con las patronales”. No movieron un dedo en defensa de los trabajadores ni siquiera al fondo de huelga. Ni hablar de convocar a una huelga general en defensa de los trabajadores de Loimar.
La burocracia está dejando pasar los despidos en metalúrgicos, comercio, madereros, etc. Los trabajadores de Loimar podían ser la palanca para desarrollar un movimiento en defensa de los puestos de trabajo.
El PO puso todo su empeño en defender a los trabajadores de Loimar, se movilizó junto a ellos en las conciliaciones obligatorias, estuvimos en la puerta de la fábrica y en sus movilizaciones, agitamos en toda la ciudad en defensa de los obreros señalando el camino de la lucha en defensa de los despidos y suspensiones, y exigiendo a la CGT una huelga general.
Con la consigna “todos o ninguno”, los trabajadores de Loimar están condiciones de ganar.