Los obreros de Loimar siguen firmes, bloqueando la planta en reclamo de la reincorporación de todos los trabajadores despedidos.

El conflicto se originó ante la masiva decisión de los obreros de abandonar el Sindicato de Ladrilleros a Máquina y Anexos (Solma) para afiliarse a Focra (ceramistas). La empresa se opone porque los “delegados” de Solma son sus agentes. Despidió inicialmente a 17 trabajadores, luego redujo a 13, y ahora “aceptaría” despedir sólo a cuatro, que son los dirigentes del conflicto. Pero los trabajadores no ceden y reclaman todos adentro.

El sindicato patronal permitió que los salarios en Loimar estén por debajo de los de los ceramistas en todo el país, el trabajo en negro, el incumplimiento de varias de las leyes laborales, el fraude laboral mediante contratos prohibidos por la legislación y el acoso laboral.

Ahora Loimar esgrime falta de trabajo. Lo que no quiere es una organización obrera independiente, que enfrente sus atropellos.

La Cámara Empresaria de Tandil (CET), llamó “a la Justicia y al pueblo de Tandil” a apoyar la posición de la empresa. Los patrones ponen las barbas en remojo porque tienen en carpeta las mismas medidas que tomó Loimar.

El PO de Tandil está desarrollando una intensa campaña por el triunfo de los trabajadores de Loimar. Por iniciativa de los militantes jóvenes del PO, se organizó un festival de agrupaciones universitarias que reúna comida para el acampe de los trabajadores en la puerta de la fábrica. La respuesta popular a esa iniciativa sorprendió a los propios organizadores.

Llamamos a todas las organizaciones obreras y populares de Tandil a poner todas las energías en el triunfo de esta lucha testigo para la ciudad.