Las dos importantes luchas de los trabajadores de TBA contra el atraso de los pagos, en especial la del 24 de diciembre, la mayor desde que está la concesión, nos sirven para sacar algunas conclusiones:

 

Las luchas y los cortes de vías salieron de ‘abajo’. El proceso de reorganización de los ferroviarios de TBA (ex Ferrocarril Mitre) es un hecho, a partir de la existencia de varias agrupaciones que a nivel de base y sin un programa claro le disputan la dirección a los actuales burócratas (Unión Ferroviaria, Fraternidad, Señaleros).

 

Los ferroviarios, unidos por la base, podemos torcerle el brazo a la empresa.

 

No podemos confiar en ningún momento en Pedraza, Maturano y Epelbaum, ya que traicionaron a los ferroviarios por sus acuerdos con la empresa.

 

La crisis por la que atraviesa TBA como producto de sus inversiones en Brasil (subte), de la compra de colectivos con el subsidio del Estado, de los sobreprecios pagados a los contratistas, etc., plantea a los trabajadores la tarea de elaborar un programa claro que unifique a las distintas agrupaciones. Las trampas de los burócratas y TBA engañan cada vez menos a los trabajadores.

 

1) Que la empresa vuelva al Estado, controlada por una comisión de ferroviarios democráticamente elegida en asamblea.

 

2) Coordinación entre ferroviarios y usuarios (consejos vecinales, defensa del usuario, comisiones de discapacitados) para controlar la frecuencia del servicio, comodidad, rebaja del boleto, seguridad.

 

3) ¡Basta de polivalencia y flexibilización! Por la vuelta a los convenios anteriores a TBA.

 

4) Por la unión de las agrupaciones de base de los distintos gremios.

 

5) Fuera los burócratas divisionistas, fuera TBA.