En el número anterior de Prensa Obrera, advertíamos del deterioro acelerado de la línea y del peligro de cierre. Esto se ha visto plenamente confirmado.

La sindicatura, en una asamblea convocada de improviso, acaba de anunciar suspensiones de una semana al mes para el próximo período, de todo el personal, y la presentación de un recurso de crisis ante el Ministerio de Trabajo. Las suspensiones significan un brutal golpe al salario, pues la pérdida de la semana de trabajo va unida a la de los adicionales, lo que reduce las remuneraciones a la mitad.

La presentación del recurso de crisis, además, habilita a la patronal a desconocer el convenio y, si hiciera falta, a prescindir de personal. El expediente que utiliza la sindicatura es descargar el derrumbe de la lí nea que ella ha provocado sobre los trabajadores. Pero los recortes no salvarán a TDO de la bancarrota, sino que son el preludio del cierre. Los subsidios entregados por el Estado nacional, que se acercan a tres millones de pesos, han caído en saco roto, porque la sindicatura es un rehén de los acreedores.

Los trabajadores de TDO son conscientes de esta situación. Si algo faltaba, los anuncios de la sindicatura terminaron por despabilar hasta a los elementos más rezagados. Por lo pronto, los choferes que hicieron uso de la palabra en la asamblea desenmascararon cada uno de los dichos y propuestas de la patronal.

El acto convocado en Plaza Morón, el viernes 6 de febrero, que debe ser un acto masivo, será el punto de partida de una nueva etapa de la lucha de TDO, en la cual se coloca a la orden del día el reclamo de la expropiación y la gestión obrera, o sea la entrega de la empresa a la cooperativa que han conformado los trabajadores.