La movilización antiburocrática de los técnicos aeronáuticos ha dado un salto. Su antecedente inmediato fue la asamblea para elegir Comisión Electoral realizada en el gremio el 21 de mayo. Centenares de compañeros, superando las presiones de la patronal de Aerolíneas y la presencia de barras en la puerta, ganaron la votación por la presidencia, lo que provocó la huida de Cirielli y los funcionarios del Ministerio de Trabajo. En esa oportunidad, casi 500 trabajadores votaron y firmaron un acta reclamando al gremio y al Ministerio contra todas las irregularidades y exigiendo una asamblea con garantías.

 

El segundo intento de la burocracia, este miércoles 8 de julio en la sede del sindicato gastronómico, tenía como objetivo legitimar una Comisión Electoral trucha que le permitiera salir del atolladero ante el vencimiento de los plazos legales.

 

Violando leyes y estatuto, se escondió la convocatoria hasta 48 horas antes de su realización. La respuesta de los trabajadores fue inmediata: el día anterior, dos masivas asambleas en los hangares de Ezeiza votaron movilizarse dejando guardias mínimas. A la hora convocada unos 800 compañeros esperaban para ingresar.

 

En el interior, 150 personas, que entraron por los fondos, sin pasar por la mesa de acreditación, fueron ubicadas junto al escenario separadas por un vallado del resto del salón vacío.

 

Cuando se pretendió dar inicio a la asamblea, los pocos compañeros que habían logrado ingresar comenzaron a reclamar que se permitiera pasar a la multitud que estaba en la calle. De inmediato se bajó la persiana para impedirlo. La reacción de los trabajadores pugnando por ingresar recibiendo gases y golpesdejó varios heridos a pesar de lo cual en pocos segundos el predio fue ocupado y la burocracia volvió a escapar.

 

 

 

La burocracia ha quedado reducida a un puñado de acólitos, repudiada en amplios sectores de la base. Sin embargo todavía confía en que el Ministerio de Trabajo convalide su parodia y dé legitimidad a la convocatoria a elecciones que pretende oficializar.

 

Aunque Cirielli sea un muerto político, lo que está en debate en el gobierno es cómo impedir que su salida de lugar a una dirección independiente y antipatronal -hoy representada en el Frente de Trabajadores Aeronáuticos (FTA). Por eso, es probable que el ministerio no invalide la convocatoria fraudulenta de Cirielli por temor a no poder controlar el proceso.

 

La patronal y el gobierno pusieron el aparato de la CTA yaskista con abogados y escribanos al servicio de una salida controlada para beneficiar a los ex ciriellistas de la Lista Unidad. Estos se opusieron fuertemente a concluir la asamblea con una movilización al Ministerio de Trabajo para exigir que se convalide lo votado. En el plano legal piden una administración de la crisis en manos del Estado sin reclamar un reconocimiento de la asamblea ni sus mandatos.

 

Por nuestra parte presentamos todas las impugnaciones y denuncias (somos querellantes por las agresiones sufridas) y planteamos que se reúna la Comisión Electoral electa y reclame reconocimiento al ministerio para comenzar sus funciones (fijar fecha de elecciones, habilitar la inscripción de listas, etc.). Somos partidarios de retomar el planteo de movilizarnos al ministerio en apoyo a este reclamo, promoviendo una autoconvocatoria al conjunto de los delegados para ponerse al frente ante el manifiesto vacío de conducción. La movilización no debe detenerse. Nos apoyamos en este movimiento masivo y profundo de los técnicos por sacarse de encima a una conducción podrida, para dar lugar a una reconstrucción de Apta sobre nuevas bases. Impulsando asambleas en los sectores, promoviendo la renuncia de los delegados ciriellistas para dar lugar a nuevos compañeros que se sumen a las autoconvocatorias. Esta transición es vital y el FTA debe hacerlo metódicamente.

 

Nuestra principal tarea es fortalecer al FTA, ampliarlo a nuevos compañeros, masificarlo. Tenemos un programa, que es la base sobre la cual construir una nueva conducción. Para abordar esta lucha necesitamos comprender el conjunto de los factores políticos del país que está ingresando en una etapa de profundo ajuste contra los aeronáuticos y el resto de los trabajadores lo que a su turno planteará con qué dirección política y sindical lo enfrentaremos.