Sindicales

5/1/1993|380

Tecnicos reclaman paro general

Frente al paro de 3 horas votado para el martes 22 por 4 gremios aeronáuticos, los trabajadores técnicos de Ezeiza reclamaron que se realizara una Asamblea General, que la directiva del gremio no tuvo más remedio que convocar. A las 10 de la mañana, más de 1.000 trabajadores se reunieron en los hangares de Ezeiza, donde ya había llegado la noticia del éxito del paro que se había iniciado a las 6 de la mañana en Aeroparque. En Ezeiza el paro había sido unánime y entusiasta; fue general; no sólo se impidió la salida de los vuelos de Aerolíneas sino también de otras empresas internacionales que trabajan con personal de mantenimiento de Aerolíneas, como la British y la chilena-iberiana Ladeco. En la Asamblea llovieron las críticas a la directiva. Un núcleo planteó la necesidad de salir al paro por tiempo indeterminado. La Directiva logró sólo a duras penas evitar que esta moción se votara, ofreciendo a cambio un plan de paros progresivos, hasta llegar a la huelga general. El lunes 28 debía iniciarse este plan con un paro de 4 horas por turno. A la media hora de iniciado, se plegó también al paro el personal de programación y de Intercargo.


Los jefes de UPSA (a los que muchos compañeros odian porque ellos son los que elaboraron —a reclamo de la empresa— las listas de “licenciados”) resolvieron también no sacar los aviones por su cuenta (como hicieron en otras oportunidades).


Pero el lunes 28, a pesar de este clima combativo, la directiva de APTA informó por teléfono que el plan de paros quedaba postergado hasta que culminaran las “negociaciones”. Las puteadas a la directiva, en los hangares, fue tremenda. “Nos vendieron otra vez”, “nos entregaron”, decían los compañeros.


La Asamblea de hangares evidenció que los trabajadores pueden arrastrar a la huelga general a todo el gremio. Para ello hace falta que se organicen Comités de base entre los distintos gremios. Sólo éstos impondrán, en definitiva, una verdadera Asamblea General de todos los sindicatos.