Sindicales

22/11/2012|1249

Télam: balance de una importante elección

La participación de los compañeros en las elecciones de comisión interna de Télam volvió a ser récord. Más de 550 trabajadores fueron a votar, en una muestra del ascenso que está viviendo el gremio de prensa.


En esta oportunidad se presentaron sólo dos listas. Una de ellas era la de la comisión interna saliente, apoyada por la Naranja y un importante grupo de compañeros de distintas secciones de la agencia.


La otra lista fue un acuerdo de último momento entre una agrupación que es apoyada por el Colectivo de Trabajadores de Prensa y la Azul y Blanca, expresión histórica en la agencia de la burocracia sindical peronista. El Colectivo, conformado, entre otros, por La Mella y la Santillán, y que se autopostula para superar las viejas prácticas sindicales, no dudó en aliarse a la derecha macartista con el fin de capturar la CI. Esta alianza les permitió ganar la interna por 34 votos (276 a 242).


La lista de la comisión interna debió sortear un brutal intento de proscripción por parte de la Junta Electoral, que pretendió dejar el camino libre a la lista ganadora sin permitir que los que decidieran fueran los compañeros. Fue una muestra del temor que tenían de volver a perder las elecciones -que fueron muy reñidas- pese a que se habían unido las dos listas perdedoras en la elección anterior.


La lista de la CI preservó y hasta aumentó, en votos y en porcentajes, su caudal electoral. Sigue siendo, consideradas todas las expresiones individualmente, el agrupamiento mayoritario.


Nuestra lista obtuvo conquistas fundamentales en su gestión, como la efectivización de los colaboradores y contratados y la categorización de centenares de trabajadores. Este logro trascendió su carácter reivindicativo, porque permitió ganar para la organización a decenas de compañeros ingresados por las últimas gestiones con el fin de conformar las famosas Télam paralelas, que la patronal sacaba a relucir ante cada conflicto de envergadura.


Pero la contrapartida es que no logró enfrentar consecuentemente los techos salariales del gobierno, ni desarrollar una acción sistemática contra la censura, por la libertad de expresión y contra la regimentación de contenidos que las autoridades de la agencia impusieron. Y estos son temas muy sentidos por los compañeros de la agencia. Las veces que la CI se puso al frente de la lucha por la libertad de expresión, los trabajadores no dudaron en dar un fuerte respaldo a esas iniciativas. Ocurrió con el masivo repudio que recorrió la agencia cuando las autoridades intentaron imponer la versión oficial del enfrentamiento en el asesinato de Mariano. Es decir que no se vio el potencial de repudio que los trabajadores de Télam expresan contra la regimentación estatal como una palanca para cambiar la correlación de fuerzas.


Las elecciones fueron convocadas sin el concurso de la UTPBA, que desde hace seis años ha dejado a los trabajadores de Télam (la segunda empresa, en número de trabajadores) fuera de la estructura del gremio, manteniéndola incluso afuera de las paritarias y, a la vez, condenando al gremio a luchar sin la plena concurrencia de Télam. Aunque los votos no alcanzaron para retener la conducción de la interna, el triunfo contra la proscripción permitió, sin embargo, salvar la unidad y fortaleza del proceso electoral, ya que si prosperaba la maniobra bancada por los supuestos renovadores, las alternativas eran el peligro de dos internas o de una votada por la mitad del personal.


Se impone ahora una urgente tarea de balance y de organización de los muchos activistas que nos apoyaron y de los que no, para continuar el desarrollo dentro de uno de los principales medios estatales de una alternativa clasista, en el marco del agotamiento del kirchnerismo y del proceso de choques y reestructuraciones que en todo el gremio se avecina como consecuencia de la nueva fase en la que ingresará la pelea entre el grupo Clarín y el gobierno.