El 16 de julio, en un plenario de delegados de Foetra, luego de meses de negociación sin informar nada y sin presentar las actas, se hizo pasar, una vez más, el tope salarial del gobierno y las empresas: un 27,8% en dos cuotas hasta julio de 2016.

 

Alrededor de un 50% del salario de un telefónico se encuentra por fuera de los básicos de convenio. Lo cual implica un ahorro a favor de estas patronales multinacionales en varios adicionales (“turno diagramado” y premio semestral). La primera cuota del 20% ingresa en julio y la segunda cuota del 7,8% recién en enero del año que viene. Y un “aumento” también en cuotas de la antigüedad (9 pesos en julio y 12 pesos en enero), lo cual sigue estando como otros adicionales que ni siquiera se actualizaron por debajo de la inflación. Para adornar esta entrega se agregan dos sumas por única vez (“espejitos de colores”) de 1.700 pesos y una de 2.500 pesos (por el día del telefónico) el año que viene.

 

Iadarola y Marín integran desde hace años el pelotón de la burocracia sindical kirchnerista que integran en la CGT Caló, Cavalieri y Gerardo Martínez.

 

Para evitar una reacción del gremio, como sucedió en la asamblea del año pasado en Ezeiza y en numerosas provincias donde se rechazó por amplia mayoría el tope salarial, se estiró la negociación como nunca hasta coincidir con las vacaciones de invierno. Aún así, esta vez, se negaron a convocar la Asamblea General vulnerando el estatuto y la tradición de Foetra, que establece que la Asamblea General es el órgano máximo de decisión del sindicato que debe aprobar o rechazar los acuerdos paritarios.

 

Los trabajadores de las móviles como Movistar, Personal y Nextel que tienen un convenio telefónico a la baja (con jornada laboral de 9 horas), reciben el mismo aumento en cuotas y por un año, sólo que las cuotas coinciden con la paritaria de comercio, ya que recién este año se terminó de encuadrar a nivel nacional a los trabajadores de las móviles como telefónicos.

 

 

 

Paro y movilización por el salario y el pago de los bonos

 

Antes de levantar el plenario y luego de negarse a apoyar la lucha de los tercerizados que acamparon durante más de 40 días en el centro porteño, la mesa anuncio la presentación de un proyecto de ley para el pago de los bonos de participación que adeudan desde la privatización, con el diputado Héctor Recalde (que según informaron contaría con el apoyo de 50 diputados). Y convocaron a una movilización al Congreso Nacional para el 12 de agosto.

 

Este anuncio en el plenario formó parte de una maniobra para tratar de enfriar el eje de las paritarias a la baja sin convocar la Asamblea General. Pero también de la necesidad de responder a la presión de las bases que exigen que apoye el proyecto por el pago de los bonos presentado por los diputados del Frente de Izquierda-PO, Néstor Pitrola y Pablo López, que se colocó en la agenda del gremio esta reivindicación histórica. La iniciativa política del Frente de Izquierda y la Naranja Telefónica fue el puntapié inicial para el desarrollo de un amplio movimiento de lucha que viene sumando apoyo en todas las provincias. Incluyendo audiencias públicas, radios abiertas, movilizaciones, miles de firmas y asambleas.

 

Por todo esto, proponemos que la movilización del 12 de agosto que se acaba de anunciar, sea acompañada por un paro nacional para garantizar la presencia de todos los trabajadores telefónicos del país que quieran participar. Y que esta movilización sea el inicio de un plan de lucha hasta conseguir el pago de los bonos para todos los telefónicos y la defensa del salario contra los topes del gobierno.