Tercera semana de huelga docente Salta

“La docencia no baja las banderas”

El viernes 26, una asamblea de 2.000 docentes votó, por mayoría, rechazar la oferta salarial del gobierno, que llevaba el aumento acumulado en los primeros siete meses al 25% y desde allí el ajuste mensual de acuerdo con el Indec, porque mantenía la caída enorme del salario en los últimos años. Fracasó así el intento del gobierno y de una mayoría de los delegados de levantar el paro. 


Los delegados habían precipitado la asamblea para el viernes en lugar del sábado, para evitar la realización de las asambleas previas en los pueblos y la presencia del interior más alejado. El gobernador Juan Manuel Urtubey grabó un spot afirmando que la oferta rechazada era la última, apostando a desgastar el conflicto. Pero la tentativa fracasó estrepitosamente.


El sábado, mientras los diarios titulaban que la asamblea se había quebrado y que la continuidad del paro había sido votada por “la tribuna del PO”, la huelga era ratificada en las asambleas y reuniones en todos los pueblos. Las votaciones redoblaron las iniciativas de movilización e incluso revirtieron la moción -aprobada por escasa mayoría sobre el final de la asamblea provincial- que otorgaba a los delegados la facultad de levantar la medida sin pasar por la asamblea en caso de que el gobierno mejore “algo” la propuesta.


El movimiento va creciendo en organización, y se va afianzando el método de la asamblea como espacio de deliberación y decisión. También van siendo desplazados los planteos “antipartido”, funcionales al gobierno, promovidos para dividir a la docencia y censurar a los activistas.


Desde la semana pasada, se sumaron a la lucha ordenanzas de escuela autoconvocados, que reclaman su pase a planta permanente. Es una muestra del ánimo deliberativo que alcanza a todos los sectores del Estado. Por eso, en oposición al planteo de los delegados de limitar esta pelea a la docencia, desde Tribuna Docente sostuvimos que la clave es organizarnos en asambleas autoconvocadas en cada pueblo con todos los estatales -que tienen sus sueldos “enganchados” a los de los maestros- para convocar a la huelga general de todos los trabajadores del Estado. Esa es la clave para triunfar.


Urtubey se niega a satisfacer nuestros reclamos, afirmando que no está dispuesto a dejar una provincia fundida al próximo gobierno. Pero si la provincia va camino a la quiebra, de ninguna manera es por el nivel salarial de los empleados públicos, que perdieron el año pasado casi el 20% de su poder adquisitivo. Si se funde la provincia es porque el gobierno triplicó la deuda en dólares en los últimos tres años, porque las grandes empresas no pagan impuestos, porque las tierras públicas productivas están entregadas a título gratuito a grandes grupos económicos, y porque Urtubey firmó con Macri y el resto de los gobernadores el pacto fiscal dictado por el FMI, que redujo en 4.000 millones de pesos la llegada de fondos nacionales para este año.


Con esta enorme lucha en marcha, la verdadera grieta está expuesta en Salta mejor que en ningún lugar del país. De un lado, estamos los docentes y todos los trabajadores salteños, luchando por el salario. Del otro, Urtubey, Romero, Sáenz, Olmedo y el kirchnerista Leavy, que atacan a la docencia en defensa del ajuste del FMI.


Vamos por el triunfo de la docencia y por la huelga general estatal. Abramos paso una salida obrera a la crisis.