De un solo plumazo, la patronal de Kraft/Terrabusi despidió a más de 150 compañeros (algunas voces elevan esta cifra a 200), todos contratados o trabajadores por agencia. La multinacional ha estado amasando fabulosas ganancias a partir de la devaluación (licuación de salarios mediante) y concentrando un mayor porcentaje de la producción en sus manos a partir del cierre de numerosas fábricas.

Terrabusi es hoy una empresa absolutamente flexibilizada con un altísimo porcentaje de contratados y tercerizados, con una precariedad de los puestos de trabajo pocas veces vista. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que Terrabusi es una de las grandes empresas donde se ha llevado más a fondo el plan flexibilizador.

En este marco, periódicamente la planta se conmueve con despidos parciales. En esta ocasión fueron más de 150 trabajadores y se está hablando de nuevos despidos, en este caso de efectivos. No hay ninguna razón en la producción que justifique los despidos; al contrario, estamos en las vísperas de la “temporada” donde se necesitan más trabajadores y con el período de prueba ya realizado.

Es evidente que esta alta cantidad de despidos, además de ser una avanzada para poder conseguir a mediano plazo un objetivo caro de la patronal, los turnos de doce horas, es un tiro por elevación de la patronal y la burocracia hacia la oposición Celeste y Blanca. Un ataque que no se limita a Terrabusi: no hay que perder de vista a Pepsico. Para ‘envaselinar’ los despidos la burocracia (no la Comisión Interna) consiguió que la empresa extendiese el servicio de comedor a los trabajadores tercerizados.

La Comisión Interna no ha abierto la boca sobre los despidos.

Planteamos asambleas por sección y por turno que voten un plan de acción por:

La reincorporación inmediata de todos los despedidos.

Ni un despido más en Terrabusi.

Efectivización de todos los trabajadores contratados, tercerizados y/o por agencia.

Aumento de salario que lleve la categoría mínima a 1.800 pesos.