Nuevamente la empresa textil Mauro Sergio, propiedad de la familia Todisco, despide compañeras sin justificación alguna. En este caso se trata de operarias que tienen más de quince años de antigüedad acusadas de “comportamientos agresivos y violentos”; los únicos testigos de estas acusaciones fueron un gerente de producción y el… dueño. Sin embargo se trata de un armado de causas totalmente truchas, ya que las compañeras cuentan con un currículum y comportamiento intachables, reconocidos por las propias compañeres.

En los que va que del año Mauro Sergio lleva despidiendo al menos a unas cincuenta trabajadoras: el modus operandi de esta empresa es armar estas causas truchas, despedir y presionar para que se llegue a un acuerdo de indemnización muy inferior a lo que correspondería legalmente por antigüedad y desempeño. Recordemos que el año pasado desde la comisión interna de la empresa se llevó adelante una fuerte denuncia por los despidos a compañeres que estaban con carpetas psiquiátrica fruto de la superexplotación y los acosos patronales. Frente a estos atropellos patronales el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires quedó totalmente pintado y no tomó ninguna resolución al respecto, y la burocracia del sindicato textil jugó un papel de complicidad.

Mauro Sergio, un régimen de superexplotación, persecución y salarios de miseria

Es interesante ver esta situación en medio de una ofensiva en los medios de una parte de las patronales textiles que señalan que “no consiguen” personal por la existencia de los planes sociales. El caso de Textilana-Mauro Sergio demuestra todo lo contrario y a su vez proyecta lo que quieren todas las patronales del país: una reforma laboral en lo hechos y un régimen de persecución a los que luchan.

En Textilana el sistema de producción es por celda, es decir, equipos de 5 o 6 operarias que producen prendas. Cada celda tiene que lograr un 60% de los objetivos de producción puesto por la patronal que son totalmente inalcanzable. Y si no se llega a ese porcentaje comienzan las sanciones y acosos patronal. Esta presión para lograr los objetivos llevó a que muchos operarios hayan pedido licencia psiquiátrica que en general no son reconocidas por la patronal, y luego es usado como excusa para despedir por “ausentarse al trabajo”. Otro punto para destacar es que la planta trabaja (y trabajó durante toda la pandemia) a un 100%, redujo el personal y produce más que antes sobreexigiendo al personal textil.

Apoyemos fuertemente a les trabajadores de Textilana

Esta es la base material para entender por qué en el mercado Mauro Sergio no tiene competencia en la venta y precios baratos de sus productos, es la burguesía nacional que promueven desde el Frente de Todos, como también desde Juntos por el Cambio. La burocracia de la Asociación Obrera Textil, lejos de impulsar un plan de lucha de todo el gremios para frenar los despidos y defender los salarios, son cómplices de estos atropellos patronales. Según los informes de la Encuesta Cualitativa realizada por la Fundación ProTejer la industria textil “creció” en el último año: “La encuesta muestra que ocho de cada diez empresas mejoraron tanto su desempeño como su nivel de ventas en 2021, comparando contra 2019 (Perfil.com, 9/4)”. En este contexto de bonanza de la industria textil la mayoría de les trabajadores está por debajo de la línea de pobreza ($89.000).

La Comisión Interna de Textilana viene presentando una enorme resistencia a estos atropellos, el viernes pasado realizó una conferencia de prensa junto a compañeras despedidas, y contó con la presencia del legislador provincial por el Frente de Izquierda Unidad, Guillermo Kane, que no solo trajo su apoyo sino que se comprometió a presentar en la cámara de diputados un proyecto de pronunciamiento de apoyo a las trabajadoras y de denuncia a este régimen laboral de superexplotación.

Es fundamental rodear de solidaridad esta pelea, denunciar por todos los medios esta situación y visibilizar esta denuncia.

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