Las trabajadoras de Fortalecimiento Familiar, a través de un comunicado de la seccional Cicop Tigre, denunciaron que la Policía Bonaerense les ha impedido el ingreso a su lugar de trabajo, ya que se encontraba vallado y con móviles en la puerta. Esta es la respuesta que da el municipio a las trabajadoras del área, que fueron despedidas por decisión del intendente Julio Zamora y que se han movilizado a las puertas del Palacio Municipal exigiendo la reincorporación de las compañeras y el pago integral de los salarios.

A partir de aquella concentración, de la cual participaron más de 150 trabajadores de las áreas de Género, Infancia, Salud y Deportes, la propuesta que había hecho el municipio fue la de extender los contratos dados de baja, pero reduciendo la carga horaria de 24 a 18 horas, por ende también el salario, cuando siguen cumpliendo tareas presenciales y en sus hogares (una política de recortes salariales que viene afectando al conjunto de las áreas municipales). La propuesta del municipio fue rechazada por la Asociación de Trabajadores Municipales de Tigre (Atramuti) y la gremial Cicop, de salud bonaerense. La primera, convocando a continuar con el paro dentro del servicio de Niñez y Políticas de Género, y la segunda llamando a una nueva concentración a la municipalidad para el próximo jueves 7 de mayo.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el intendente del municipio de Tigre, Julio Zamora, son responsables de este brutal ajuste. Los municipales son rehenes de una fuerte disputa entre los intendentes y el gobierno provincial por el reparto de los 12.000 millones de pesos que girará el Estado nacional a la provincia, como ayuda extraordinaria en el cuadro de insolvencia del Estado bonaerense y de las municipios -que se corta por el hilo más delgado, los trabajadores. En lugar de enviar a las fuerzas represivas, los gobiernos provincial y municipal tienen que asignar los recursos necesarios para terminar con el trabajo precarizado de los y las municipales, garantizándoles un salario igual a la canasta familiar.

En entrevistas que realizó Zamora, este declaró que “las medidas que tomamos tienen como objetivo garantizar los servicios esenciales para los vecinos de Tigre”. Una falsedad -ya que el municipio despidió a trabajadoras de la salud, que es un área esencial en este momento de cuarentena-, cuyo objetivo es justificar los despidos y las rebajas salariales a los trabajadores municipales.

El municipio tiene que establecer un impuesto a las grandes rentas y fortunas, y abrir los libros contables al control popular, para orientar los recursos a garantizar los salarios, los insumos necesarios para los centros de salud y cubrir las necesidades de los vecinos y vecinas.

El Sindicato de Trabajadores Municipales de Tigre (STMT) es cómplice del ajuste y el despliegue represivo de Kicillof y Zamora, ya que está integrado al gobierno municipal. Ha estado ausente en las concentraciones convocadas por los trabajadores municipales, los cuales recibieron el apoyo de la seccional Cicop de Tigre, la (Atramuti), la seccional multicolor de Suteba Tigre, trabajadores de la salud de San Fernando y San Martín, y decenas de delegados y trabajadores de la zona que se solidarizaron con su lucha.

Nos movilizaremos este jueves 7 de mayo, nuevamente a las puertas del Palacio Municipal. Para frenar los despidos y las rebajas salariales, por el pase a planta permanente de los y las trabajadoras municipales, y por todos los reclamos de seguridad e higiene en todas las dependencias del municipio, es necesario que se convoquen asambleas en todos los sectores para discutir un plan de lucha que unifique la lucha del gremio.