Desde hace dos meses, los trabajadores de curtiembres Becas decidieron ocupar las dos plantas donde trabajan, luego de soportar una enorme deuda que mantiene la patronal en jornales, obra social y cuota sindical.

Becas es una histórica industria de la zona de Sarandí. Sus empleados tienen un promedio de antigüedad de 30 años trabajando en la empresa. Becas no ha sido ajena al derrumbe de la industria curtiembrera. Pero hay que agregar un cambio de administración y un vaciamiento, desviando fondos y subsidios del Estado hacia negocios personales. Mientras tanto, las nefastas condiciones de seguridad e higiene y el deterioro edilicio han llevado a cobrarse la vida de un trabajador.

Los trabajadores de Becas vienen soportando un ataque constante de la patronal, desde causas penales hasta un intento de desalojo con más de 300 efectivos policiales. Esa tentativa fue frenada por una gran movilización de trabajadores curtidores de distintas fábricas convocada por el gremio, y los vecinos de la zona que se han solidarizado desde el inicio del conflicto. Los trabajadores de Becas vienen sosteniendo una lucha tenaz por el sostenimiento de 70 familias que buscan una solución al conflicto de parte del Ministerio de Trabajo y el sindicato.

Desde el Partido Obrero de Avellaneda llamamos a rodear la lucha de solidaridad y apoyo.