El día de hoy, viernes 5 de agosto, un grupo de trabajadoras y trabajadores de la Clínica Constituyentes de Morón se movilizaron, con el apoyo de varias organizaciones de izquierda, por el reclamo del pago de sus sueldos adeudados, que incluyen aguinaldos impagos del verano pasado. La movilización recorrió el centro de Morón pasando por el Ministerio de Trabajo del municipio, para luego llegar a la prepaga Vidas, responsable del calamitoso estado de la clínica. Ni los responsables patronales, ni los responsables políticos dieron la cara.

La Clínica Constituyentes se encuentra en un avanzado estadio de vaciamiento. Desde marzo no pagan (otra vez) los salarios, en un tira y afloje de más de dos años atrasando y fraccionando los pagos, y no ofrecen solución alguna. Han retirado máquinas y derivado gran parte de los pacientes a otras clínicas. Es un grave golpe contra la salud por parte de los dueños del establecimiento, atacando a los pacientes y al personal. Agravan las condiciones de 400 trabajadores, dejándolos sin ingresos en un país donde una canasta de pobreza está por encima de los 100 mil pesos. Y a la vez refuerzan el colapso del sistema de salud que hay en la actualidad donde en vez de achicar, la necesidad es que se abran nuevos centros de atención para evitar las largas listas de espera.

La patronal prioriza el negociado fraudulento de las prepagas y obras sociales, sin resolver el elemental reclamo de los trabajadores. Los sucesivos cambios de la dirección de la clínica, entre los cuales pusieron a un ex presidente de Ioma, acusado de desfalco, y gente con denuncias de violencia de género, son maniobras contra los trabajadores sin plan de reactivación alguna. La actual dirección está jugada a fondo a desgastar a los trabajadores para que abandonen los puestos de trabajo y cerrar los servicios, pero con más de 10 paros y cortes de calle los trabajadores siguen dando batalla.

La lucha entra en un momento decisivo. Desde el Partido Obrero hacemos un señalamiento preciso de que esta experiencia de gestión privada está agotada y no hay que esperar nada de estos ni otros capitalistas vaciadores. La situación financiera hace de la clínica un muerto que nadie quiere agarrar en sus manos y deben pagar los responsables del vaciamiento, para eso tenemos que exigirle a la patronal que abra los libros contables y balances de los últimos años al control de los trabajadores organizados. Si los dueños no resuelven los reclamos mucho menos lo harán las prepagas y obras sociales asociadas. Es momento de dirigir el reclamo al poder político, que hasta el momento ha rechazado intervenir para dejar vía libre a la patronal. Llamamos a elevar un planteo de reactivación inmediata de la clínica bajo expropiación sin pago y financiamiento estatal.

Reforcemos la organización obrera que debe ser independiente del Estado, rompiendo cualquier vínculo con el poder político en función del triunfo de esta gran lucha. Invitamos a las luchadoras y luchadores de la Clínica Constituyentes a participar del plenario nacional de la Coordinadora Sindical Clasista el próximo sábado, para articular de esta manera su conflicto con otros sectores combativos del movimiento obrero.