Sindicales

19/6/1997|544

Todos al paro y a la marcha del 20

La realización del paro y la movilización nacional educativa a Plaza de Mayo el 20, es un punto de referencia de la lucha docente.


Las puebladas del último período tuvieron a los docentes como protagonistas, codo a codo, con los ocupados y desocupados. Esta fusión revela que la causa educativa se ha transformado en una causa nacional de los trabajadores. El pueblo ha sabido ver la falsedad de la ‘reforma educativa’.


La Decibe acaba de plantearles a los rectores que implanten masivamente aranceles en todas las universidades nacionales. Esto se generalizará a terciarios y a los futuros polimodales.


La arancelización hace a la ‘reforma educativa’ de Menem y el Banco Mundial, que requiere de la destrucción de la educación pública y gratuita.


Financiamiento para aplicar la Ley de Educación


La dirección de Ctera viene desarrollando un doble discurso en torno al llamado ‘fondo de financiamiento educativo’. Contra los argumentos de Maffei y Cía. sobre que éste permitiría resolver los problemas de la docencia y aumentar los salarios, el proyecto que impulsa Ctera —que es el del Frepaso— no dice una palabra al respecto y deja el manejo de fondos en manos de las administraciones provinciales. Además, al tener un carácter extrapresupuestario, es más un desfinanciamiento que un financiamiento. Para completar, Ctera reclama el fondo en los términos del título XI de la Ley 24.195, o sea, en el marco de la aplicación de la ley federal de educación.


Paremos y marchemos el 20


Las luchas del último período han hecho ilevantable la medida para los celestes. Clases públicas como la de Ensenada; la lucha del CER de La Matanza, que comienza a cosechar resultados, se suman a las puebladas y la simpatía que despierta el “ayuno” y la “carpa”. En el Oeste del Gran Buenos Aires, en la Técnica Jorge Newbery, los docentes encararon una lucha contra el cierre de cursos superiores y denunciaron la política del sindicato de no respaldar el conflicto y convalidar al director electo, luego de que fueran ‘bochados’ quienes encabezaron la lucha. Lo más destacado es que se abrió el debate para recrear la coordinación interescuelas con el Echeverría y el Lasalle, como en el 95.


La lucha, por lo tanto, se ha abierto camino, torciendo a su favor, incluso, las maniobras distraccionistas, y no puede agotarse en una medida aislada, como acostumbra la burocracia.


  • Se impone un plan de lucha por:
  • Salario básico de 700 pesos.
  • Respeto al Estatuto del Docente.
  • Derogación de la ley de educación.
  • Aumento del presupuesto educativo, en base al no pago de la deuda externa.