Continúa por segunda semana consecutiva el paro de las y los trabajadores portuarios de Rosario, que arrastran un conflicto de larga data con la concesionaria de Terminal Puerto Rosario (sociedad entre Vicentin y Ultramar) por el no pago de parte sustancial de los salarios de noviembre, despidos y ,de fondo, un intento de reforma laboral que apunta a eliminar un turno y extender la jornada de trabajo de 6 a 8 horas, pese a que es reconocida la insalubridad de las tareas que realizan los portuarios.

Las medidas de lucha obrera incluyen piquetes en las terminales y en accesos a la ciudad, frente a la decisión patronal de no pagarle a los trabajadores los días de paro que se dieron durante la negociación paritaria de noviembre, violando la conciliación obligatoria que implicó descuentos de 100 mil pesos sobre salarios que ya están por debajo de la canasta familiar. Junto con esto llegaron decenas de telegramas de despidos.

El conflicto lo encabeza el Supa, que viene de una ronda de negociaciones con el Ministerio de Trabajo santafesino que juega para el lado de Vicentin avalando estos atropellos. Está planteada la necesidad de un paro general en apoyo a los portuarios de Rosario, por el triunfo de un reclamo que lleva meses y necesita la fuerza de todo el colectivo obrero para ganar. El impulso de la lucha viene desde muy abajo y es fuerte, por la bronca acumulada entre los compañeros ante la destrucción de los salarios y de las condiciones de trabajo.

El gobierno de Omar Perotti solo hace declaraciones como si la situación estuviera fuera de su control. Pero los puertos son propiedad de la provincia y están concesionados bajo la autoridad del Enapro, que continúa encubriendo la violación flagrante de las condiciones de la concesión, sometido como está a las presiones de los diversos grupos capitalistas que pujan por quedarse con la explotación privada de los puertos de Rosario.

¿Quién se queda con los puertos?

En el fondo el tema es quién se queda con los puertos y en qué condiciones de explotación, incluidas las condiciones laborales.

Vicentin está atravesado de punta a punta por la corrupción, que va del default privado más grande de la historia Argentina desde 2001 hasta el incumplimiento de las obras de mantenimiento, refacción y ampliación del puerto a lo largo de los últimos 20 años. Ahora descuenta los días de paro en medio de una conciliación obligatoria. Atropellos que soportaron todos los gobiernos, desde el Frente Progresista al Frente de Todos.

Ante el salto del conflicto, el Enapro maquilló la situación sacando a los representantes de Vicentin de su mesa ejecutiva de ese ente de control (que integra el gobierno, sindicato y patronales) para reemplazarlo por ¡la Bolsa de Comercio de Rosario! Precisamente, la entidad que debía controlar la compra venta de granos y no lo hizo, dando lugar al apalancamiento financiero de Vicentin que precipitó la quiebra y la estafa contra los acreedores, entre los cuales el mayor es el Banco Nación.

No hay que olvidar que los dueños de Vicentin dirigieron durante años la Bolsa de Rosario a través de Alberto Padoán, que hizo campaña con Alberto Fernádez y terminó desplazado por sus vinculaciones con los “Cuadernos de las Coimas”.

Suena entre los nombres para quedarse con la concesión el capitalista Juan Manuel Ondarcuhu, ligado a causas de corrupción en torno a la tercerización de servicios en los puertos y al intendente del PRO de San Nicolás, Manuel Passaglia. Otra estafa.

Todo nuestro apoyo

Los trabajadores tienen que cobrar ya el 100% del salario y el aguinaldo. El gobierno de Perotti y el nacional son responsables, por haber permitido estos desguisados en torno al puerto, una crisis que no tienen por qué pagar los obreros de su bolsillo, menos aún en las fiestas.

De parte del Partido Obrero y el Polo Obrero apoyamos el conflicto obrero con nuestra presencia militante, dando todo nuestro apoyo a la lucha. Junto con esto planteamos la estatización de los puertos y su puesta bajo control obrero, para recuperar esta enorme palanca productiva para el desarrollo de la ciudad, la provincia y el país, en beneficio de la mayoría que trabaja y no de un puñado de empresarios que hacen y deshacen en beneficio privado.