Sindicales

5/5/2018

Toyota: reforma laboral “a la japonesa”

Agrupación Naranja Mecánica

Desde el triunfo en las elecciones de octubre, la agenda central del gobierno de Macri pasa por imponer la reforma laboral agudizando la precarización de las condiciones de vida de los trabajadores. Las movilizaciones del 14 y 18 de diciembre contra la reforma previsional expresaron, pasando por arriba de la desmovilización de la CGT, la irrupción de la resistencia de los trabajadores a esta agenda y obligaron al gobierno a posponer el debate de la reforma laboral. Pero el gobierno necesita aprobar el resto de las reformas, por la presión de los capitalistas que buscan tener mano de obra precarizada.


Ricardo Pignanelli, fiel a su estilo de representante de los intereses patronales, se ha acercado al oficialismo para negociar los términos y la adaptación de la reforma laboral dentro del Smata, modificando según la conveniencia de cada empresa los convenios colectivos de trabajo. Así pasaron las suspensiones masivas en Volkswagen y Ford, el banco de horas en Nissan, etc.


Dentro de Toyota, la implementación de una reforma laboral interna es un hecho cotidiano, a pesar de ser la única automotriz que no tiene problemas de producción ni de ventas, sino que está expandiendo su producción.


Con el incremento de los ritmos, la reducción de los tiempos en las líneas, la empresa japonesa quiere producir miles de camionetas más con los mismos trabajadores, llevándolos a niveles de superexplotación. Este ajuste productivo incrementará el ya explosivo nivel de enfermedades profesionales que sufren los trabajadores.


Al incremento de los ritmos se le suma una nueva innovación en los premios de presentismo, el colchón de 3 meses de presentismo perfecto para recién cobrar los premios de producción y presentismo. Este colchón obliga a los trabajadores a ir a trabajar en cualquier condición (leáse enfermos) para no perder el 20% del sueldo que representan los premios.


Pero la compañía nipona necesita aún más precarización: por eso negoció con el Smata los contratos a prueba por 2 años (próximamente incorporados al convenio). Esto teniendo en cuenta que los trabajadores a prueba sufren la presión para trabajar todas las horas extras que requiera la fábrica y el dato principal: con los nuevos ritmos de producción, muchos trabajadores se lesionan antes de llegar a los dos años, por lo que se convierten en trabajadores reciclables ¡sin costos indemnizatorios! (los trabajadores efectivos a raíz de esto quedarán en la mira: siendo más caros, la mayoría rotos y con más derechos, la patronal buscará sacárselos de encima para quedarse con los eventuales de 2 años).


El nuevo cuerpo de delegados recientemente electo en la Planta no puede dejar pasar sin respuesta los planes flexibilizadores de la empresa y el Smata: es necesario que se convoquen a asambleas para discutir como enfrentamos en Toyota nuestra propia reforma laboral.