Sindicales

8/6/2021

Entrevista

Trabajadoras de casas particulares: “necesitamos un sindicato que nos represente realmente”

María del Carmen y Liliana, voceras de la agrupación Trabajadoras de Casas Particulares en Lucha, nos contaron cómo se vienen organizando para construir una organización gremial propia.

Willy Monea Ojo Obrero Fotografía

Desde Prensa Obrera nos acercamos a la Villa 31 para entrevistar a dos voceras de la agrupación Trabajadoras de Casas Particulares en Lucha, María del Carmen y Liliana. Las compañeras retrataron la rebelión que se viene gestando en este sector, al que describen como el “más discriminado, el más golpeado y el más humillado por parte del Estado” y explicaron en qué consiste la iniciativa, votada en el II Congreso Nacional del Plenario de Trabajadoras, de poner en pie un sindicato propio.

María del Carmen comenzó señalando que “tenemos doce sindicatos burócratas y corruptos que no nos representan ni nunca nos representaron, manejados por empresarios”. Frente a esta situación, emergió la organización independiente de las trabajadoras de casas particulares que se profundizó en el último año y medio, dado que “en tiempos de pandemia muchas trabajadoras quedamos sin trabajo”. Liliana, resaltó que esos despidos fueron facilitados por le hecho de que “muchas no estamos en blanco”. Luego, resumió el recorrido de lucha que vienen impulsando: “nos empezamos a movilizar, nos reunimos en plazas, en reuniones de zoom y nos íbamos sumando cada vez más compañeras”. “Más que nunca nos pusimos en pie, alzamos nuestra voz para que nos escuchen todos” agregó.

Durante la conversación, las compañeras enumeraron cada uno de sus reclamos. “Exigimos un aumento del 100% porque nuestro trabajo no condice con la canasta de básica” puntualizó María del Carmen. “Las licencias nuestras no existen, te despiden y no podés cobrar indemnización”, añadió. Liliana hizo hincapié en la necesidad de ser incluidas en el plan de vacunación ya que “estamos totalmente expuestas a toda esta situación de la pandemia”. A su vez, explicaron la importancia de luchar por una jubilación adelantada con un moto digno dado que “nuestro trabajo es insalubre”. María del Carmen, a su turno, destacó el carácter nacional de su lucha: “están saliendo a pelear también en las provincias, allí la desidia es mayor ya que cobran 80 pesos la hora” y denunció el vaciamiento de las obras sociales de todo el sector.

 

El Estado es artífice de la precariedad laboral qua atraviesa al gremio más feminizado del país, el cual agrupa a 1,5 millón de trabajadoras. “Los que deciden por el salario de las trabajadoras de casas particulares son del mismo gobierno, se ponen en parte de las trabajadoras cuando realmente no les corresponde pelear por la paritaria” de esta forma describió María del Carmen hasta qué punto el gobierno está a cargo de que se sellen salarios de miseria. “Tendríamos que tener un fuero laboral porque somos del sector trabajador, el fuero especial es una discriminación” señaló en relación a las dificultades en el acceso a la Justicia para reclamar por sus condiciones de trabajo. Para completar el cuadro de violencia estatal al cual están expuestas, comentó que “varias veces hemos tenido que movilizar al Ministerio de la Mujer” sin obtener respuesta alguna.

“Nos vemos obligadas a formar nuestro propio sindicato porque nosotras somos las únicas que salimos a la calle. Necesitamos un sindicato propio que nos represente realmente, encabezado por trabajadoras de casas particulares para las trabajadoras mismas” enfatizó María del Carmen. Liliana, por su parte, nos contó que su aspiración es que “el sindicato que nos represente sean las mismas compañeras de casas particulares que conozcan todo el trabajo que nosotras llevamos día a día, es decir, que sea correspondido y representado por las propias trabajadoras de casas particulares”.

De esta forma, repasaron el camino de organización transitado y detallaron los motivos que las ha impulsado a tomar la decisión de construir un sindicato genuino para ir por todas las demandas. “Nosotras ya no somos esclavas, salimos a luchar, levantamos la cabeza, levantamos nuestra bandera para que nuestras voces se oigan de Ushuaia a La Quiaca; eso es lo que queremos y eso es lo que estamos logrando hacer” así concluía María del Carmen, expresando, como dice la canción, el “ánima del rumbo seguro”.