Trabajadores y trabajadoras de McDonald’s del Shopping Alto Comahue, en Neuquén, eligieron por primera vez su representación gremial en el marco del Sindicato de Trabajadoras Pasteleros, derrotando una oposición sistemática de la patronal multinacional que sanciona con medidas antiobreras y despidos el intento de sindicalización, para hacer pasar su régimen precarizador a todos sus trabajadores.

La elección tuvo lugar el pasado 10 de marzo y afecta a unos 300 trabajadores y trabajadoras de la empresa, y fue el resultado de una lucha de larga data, que contó también con prácticas antisindicales como el envío de personal de recursos humanos a filmar a todos los trabajadores que participaran de la elección.

Desde el gremio de pasteleros señalan que se trata de un hecho histórico en una sucursal de la multinacional norteamericana, que hace casi 40 años –casi el mismo tiempo que la vuelta a democracia- se encuentra en el país y se cuenta con una política de persecución sindical y precarización laboral extrema.

Contabilizan que la empresa cuenta con unos 25.000 trabajadores y trabajadoras en todo el país, y que este será un antecedente importante para avanzar en la organización gremial de otras sucursales, no sin lucha de por medio.

McDonald’s se caracteriza por sus prácticas precarizadoras en la juventud exceptuándose de las condiciones regidas por el convenio colectivo de la actividad. Durante la peor parte de la pandemia de Covid-19, la empresa instaba a los trabajadores a que le entreguen parte de los subsidios pagados por el Estado (ATP), alegando que se trataba de una transferencia a la patronal y no a los trabajadores.

En 2016 la Justicia dio marcha atrás a un convenio de la patronal con el gobierno nacional bajo el programa “Empleo Joven”, que suponía el ingreso de 5.000 estudiantes a realizar pasantías bajo la figura de “practicantes”, remunerados por debajo del salario mínimo y sin derechos laborales.

La izquierda tiene una tradición de lucha contra esta multinacional. En 2005, la Fuba piquetera se solidarizó con la ocupación de la sucursal McDonald’s del Obelisco contra la tercerización de servicios, el pago fuera de convenio, la imposición de horarios cortados y el desconocimiento de las horas extras, además de los constantes aprietes y amenazas, entre otras, cosas.

La orientación antisindical de la patronal multinacional no es un patrimonio de sus prácticas en nuestro país, sino su política en todo el mundo y especialmente los Estados Unidos, donde las y los trabajadores apelan a otras formas de organización (agrupaciones) para pelear por salarios y condiciones laborales. Es allí donde se desarrolla un amplio movimiento por la sindicalización en empresas que hasta ahora prohibían esa posibilidad, como es el caso también de Amazon y otras enormes compañías.

El paso de las compañeras y compañeros de Neuquén es importante en la organización gremial del sector, y en el fortalecimiento del movimiento obrero para enfrentar los embates de las patronales y el gobierno, bajo el cuadro del agravamiento de las condiciones de vida que impone la política del FMI. Hay que extender esta experiencia al conjunto de las Fast Food, donde las y los trabajadores jóvenes sufren atropellos de todo tipo y la mayor de las precarizaciones por parte de las patronales.

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