Sindicales

1/11/2001|727

Trabajadores de Metrovías por la reducción de la jornada

El cuerpo de delegados y los trabajadores de Metrovías se aprestan a dar la lucha por la renovación del convenio colectivo de trabajo que venció el 1/10/2001, poniéndose como objetivo en primer término la reducción de la jornada laboral que pasó de 6 a 8 horas durante el gobierno de Menem.


Los trabajadores lograron recientemente, con paros sorpresivos y jornadas de movilización, quebrar el intento de la empresa de eliminar el puesto y función de los guardas. El conflicto del guarda tuvo la particularidad de mostrar a la sociedad porteña que no podía ser indiferente a las condiciones laborales de los trabajadores de Metrovías, ya que de ellos depende la seguridad de los pasajeros. El cuerpo de delegados, conciente de esta necesidad, larga una campaña buscando profesionales especializados para lograr que se reconozca la insalubridad del transporte subterráneo.


Las condiciones insalubres de trabajo (luz artificial, saturación de ruidos, aire enrarecido, altas temperaturas, etc.) más los ritmos, con jornadas de hasta 12 horas, exigidos por la patronal generan stress laboral aumentando progresivamente la posibilidad del error humano, que en diferentes partes del mundo se ha probado como la causa de grandes catástrofes en los medios de transporte.


Dos proyectos de ley presentados en la Legislatura de Buenos Aires por los diputados Puy (Ari) y Jorge Altamira (PO) serán debatidos en las próximas sesiones. Ambos plantean la necesidad de la reducción de la jornada diaria de 6 horas de trabajo insalubre y Altamira incorpora la prohibición de la rebaja salarial y la necesidad de la jubilación a los 55 años. Crece entre los trabajadores de las líneas y los talleres la convicción de que nuevas jornadas de lucha serán decisivas para torcer la voluntad de los Roggio y Cía, y que la UTA tendrá que mover todas sus fuerzas, porque una victoria en subterráneos es posible. Esto permitirá rearmar a los choferes en su conjunto, más cuando las patronales aducen dificultades económicas para imponer condiciones más negreras en corta, mediana y larga distancia.