Sindicales

29/3/2021

Trabajadores vitivinícolas van al paro por los salarios

Este 30 y 31 se realizará un paro de los trabajadores vitivinícolas luego del fracaso de las reuniones paritarias. El 31 se movilizará desde el nudo vial.

Luego de una serie de reuniones paritarias entre las patronales y el sindicato que nuclea a los trabajadores vitivinícolas de todo el país (Foeva) se dispuso un paro nacional de 48 horas para los días 30 y 31 de marzo.

El reclamo de los trabajadores vitivinícolas de un salario igual a la canasta básica, hoy valuado en más de $56.000, contrasta con la oferta de las patronales de un aumento del 30% en cuotas, siendo que la gran parte de los salarios se encuentran muy lejos de la suma de la canasta básica y de la línea de la pobreza, y que los trabajadores ingresantes cobran sumas de alrededor de los $25.000 y con contratos eventuales, si es que están el blanco.

Este paro general es antecedido con numerosas movilizaciones de trabajadores autoconvocados que reclamaron por múltiples derechos que no son reconocidos por las patronales, y por salarios dignos en un escenario en el que las grandes patronales ganaron millones de dólares y pagaron en cuotas salarios en pesos, debajo de la canasta básica. El reclamo es parte de un escenario producido por la misma patronal, que desde hace más de quince años paga salarios cada vez menores por debajo de la inflación mientras sus ingresos son colosales.

La labor de los trabajadores vitivinícolas fue rápidamente declarada esencial en el contexto de pandemia, por lo que la producción durante el 2020 no se detuvo y, según los testimonios de los trabajadores, superó cifras récord. Así se expuso a los trabajadores, con pocas o ninguna medida de seguridad dentro de las bodegas, y ni hablar de los trabajadores de la cosecha que rozan la servidumbre.

Durante los primeros meses de pandemia cientos de trabajadores golondrina quedaron abandonados a su suerte por varios días en la terminal de Mendoza, esperando permisos que los dejaran volver a sus casas, teniendo incluso que recurrir a una campaña de donaciones. La esencialidad existió sólo en función de las ganancias patronales y la seguridad necesaria fue velozmente olvidada por las patronales y el gobierno.

Este paro es una oportunidad de conquistar salarios mejores, pero debe discutirse también un plan de lucha unificado por todos los derechos ausentes de los trabajadores vitivinícolas, en un planteo de unidad que se imponga a los intereses patronales o de la burocracia y el mismo Estado que es cómplice del destrato y la miseria a la que se busca subyugar a todos los trabajadores. Este 31, a las 18 horas, desde el nudo vial, se movilizará como parte activa del paro.