En estos momentos, más de mil científicos e investigadores se encuentran ocupando la sede del Conicet, al lado del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ubicado en Palermo.  Reclaman un aumento y recomposición salarial urgente, acorde al recibido por el conjunto de los trabajadores estatales, acordado en la última paritaria. Denuncian que hasta ahora no han recibido ningún incremento “ni en cuotas ni bono. Tampoco se efectivizó la cláusula gatillo pactada en la paritaria de 2017”, declaró Lucía Maffey, de Jóvenes Científicos Precarizados, a Prensa Obrera. “Los investigadores científicos estamos cobrando un salario de $18.900, apenas $900 por encima de la canasta de pobreza”. La movilización fue impulsada por JCP y por ATE Conicet. 

Las autoridades del ministerio recibieron a los trabajadores de la Ciencia con un inusitado despliegue de personal de seguridad, que se vio sobrepasado por la convocatoria. “Vamos a quedarnos hasta que se comprometan con un cronograma de pagos”, completó Maffey.

La indignación entre la comunidad científica se agitó aún más la semana pasada cuando el diario La Nación reveló que el gobierno utiliza el Conicet como cobertura de personal de inteligencia el cual, además, cobra salarios de $30.000. Bastante más que un investigador.

Los investigadores e investigadoras reclaman a su vez un Convenio Colectivo de Trabajo que reemplace al Estatuto del Investigador, elaborado por una Dictadura Militar y todavía vigente