Sindicales
2/8/2007|1003
Traición en el Sitratel
La directiva copia los métodos de Foetra Buenos Aires
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Con un escándalo mayúsculo terminó la segunda asamblea general Asamblea Sitratel (Sindicato de Trabajadores Telefónicos, de Rosario) del viernes 27 de julio. En la primera, que se hizo simultáneamente con la de Buenos Aires, se había rechazado el preacuerdo con Telecom por el 95% de los votos y se había votado el paro por tiempo indeterminado.
Al igual que en Buenos Aires, la Directiva rosarina caminó los edificios buscando un levantar el paro. Llegó a la asamblea con la decisión de levantar el conflicto a cualquier costo.
Custodiados por un cordón policial dentro de la asamblea, la Directiva sometió a votación el "acta preacuerdo" firmada en Buenos Aires. El acta tenía algunas modificaciones cosméticas respecto de la rechazada una semana antes, pero en lo esencial seguía igual: 11% de aumento ahora y 5% en mayo de 2008, con las cláusulas de flexibilidad.
El preacuerdo fue rechazado por más del 60% de los presentes en la asamblea. El secretario general, Claudio César, desconoció olímpicamente la votación dando por aceptado el preacuerdo. Hizo exactamente lo mismo que la Directiva de Buenos Aires una semana antes: después de haber perdido la asamblea general, cantó “victoria” y aprobó el preacuerdo rechazado por los trabajadores.
En la asamblea de Racing, la bronca por el desconocimiento de la votación sólo se expresó en gritos y abucheos a la Directiva de Foetra Buenos Aires. En Rosario, al grito de "que renuncien, que renuncien, que se vayan", los telefónicos se abalanzaron sobre los directivos. Varios de ellos tuvieron que soportar piñas, trompadas e insultos. La indignación de trabajadores era enorme: la política de la Directiva estaba liquidando una lucha de más de cien días por un preacuerdo que la base telefónica de Rosario consideraba ruinoso.
A pesar de haberse levantado el paro, el ‘call center’ de Rosario continúa con la carpa del aguante frente al edificio, que funciona como un punto de reagrupamiento para continuar su lucha. Los compañeros del ‘call center’ no tienen perspectiva de solución de su conflicto, que se inició ante la rebaja arbitraria de un 40% en las comisiones por venta. La carpa sigue firme hasta que reintegren el 40%. El levantamiento del conflicto es un duro golpe para los compañeros de los ‘call center’.
Los trabajadores tercerizados de Telecom sacaron una declaración de apoyo a la huelga. Reclamaban que se les permitiera afiliarse al Sitratel y se eligieran delegados en los obradores para luchar para que se los encuadrara en el convenio telefónico. Pero la Directiva del Sitratel, también imitando el ejemplo de la directiva de Foetra Buenos Aires, no intentó movilizar a los terceros; ni estuvo en los obradores para pararlos.
“Esto no lo vi nunca en mis 25 años de telefónica”, gritaba una compañera al finalizar la asamblea general. Es un balance lapidario de la traición de una Directiva que al asumir, hace dos años, se presentó como “la renovación” y que ahora actúa con los métodos de la burocracia sindical y respaldándose en la policía para desconocer a la base del gremio. Es necesario sacar un balance de esta lucha, y prepararnos para desarrollar una perspectiva independiente de la burocracia y los partidos patronales.