Sindicales

12/6/2014|1318

Triunfazo de los trabajadores del Radio Nacional

Tomada tuvo que inscribir a Atrana

atrana radio nacional

Tras cinco largos años, y acorralado por las sentencias judiciales, Carlos Tomada se vio obligado a inscribir a la Asociación de Trabajadores de Radio Nacional (Atrana) como sindicato.

La Cámara Nacional de Apelaciones resolvió en febrero “ordenar a la demandada a que, en el plazo de cinco días, inscriba en el Registro de Asociaciones Sindicales de Trabajadores a la Asociación de Trabajadores de Radio Nacional, con carácter de asociación gremial de primer grado”.

Se sorteaba así una de las últimas chicanas del ministerio para dilatar la inscripción. La Justicia había determinado, en instancias inferiores, que la organización había cumplido con los requisitos. Atrana cuenta con la adhesión de trabajadores de todos los rincones del país donde la radio está presente.

El trámite de inscripción fue iniciado un 29 de mayo, aniversario del Cordobazo, pero de 2009. Lo más importante, sin embargo, es el proceso vivo que desembocó en la creación del sindicato.

El núcleo fundacional de Atrana nació dentro de las estructuras anquilosadas del sindicato de mayor inserción dentro de la Radio. Ajeproc, un sello de goma inoperante, entreguista serial, que terminó expulsando a los delegados combativos y principales activistas que venían de protagonizar luchas victoriosas contra la patronal.

El Preámbulo del Estatuto de Atrana da cuenta de su ADN: el texto advierte que la organización nació en una asamblea.

“Atrana nace, entonces, bajo el signo de los que serán sus principios constitutivos y bases de funcionamiento: la lucha por las reivindicaciones y derechos de los trabajadores mediante acciones decididas en asambleas democráticas”, dice el texto que, en otros tramos, anuncia: “Atrana se constituye como una organización independiente del Estado y sus instituciones, del Gobierno y las patronales. Que sólo reconoce a la asamblea de trabajadores como su autoridad máxima, en tanto instrumento que permite el debate, la confrontación fraternal tanto de ideas y opiniones como la resolución democrática de todas y cada una de las decisiones que afectan a los compañeros”.


Cecilia Bari

Secretaria general de Atrana