Sindicales

6/5/2004|849

Triunfo clasista en el Soip

Frente a la apertura de negociaciones paritarias para discutir el convenio colectivo, se realizó la asamblea general extraordinaria del Sindicato del Pescado de Mar del Plata, luego de deliberaciones fabriles y varios plenarios de delegados, para designar 8 delegados paritarios y 3 suplentes.


El pliego reivindicativo ratificado en una asamblea general de 700 trabajadores, preserva todas las conquistas convencionales del Convenio Colectivo de Trabajo del ‘75, en materia de jornada laboral, garantía horaria, mantenimiento del derecho a vacaciones integrales en enero, etc.


Pero se lanza a recuperar y a conquistar otras reivindicaciones. Parte de absorber los premios e incentivos, y reclama un básico de 5 pesos la hora, restablecimiento del día femenino, implementación de guarderías maternales a cargo de la patronal, entrega de ropa de trabajo con mantenimiento y lavadero a cargo de la patronal, y respeto automático de la movilidad gremial para todos los delegados mediante el pago a promedio. Continúa el reclamo del cese del fraude laboral en las coopertruchas y de un régimen de insalubridad que implica la reducción de la jornada laboral y de la edad jubilatoria.


 


Una comisión paritaria clasista


Las reivindicaciones fueron votadas con plena conciencia de que su imposición dependerá del grado de movilización y organización de todo el gremio. Por abrumadora mayoría, fue designada una comisión combativa.


Esta selección política coincide ajustadamente con el rol de los compañeros paritarios al frente de los conflictos fabriles, los paros y las huelgas generales piqueteras. Se ha logrado aplastar a las corrientes burocráticas que hace dos años tenían una mayoría relativa.


Ha sido liquidado el operativo de cooptación patronal de una parte de la comisión directiva, la que se encontraba en avanzado proceso de descomposición.


 


No los une el amor…


La asamblea general fue la culminación de una lucha entre el activismo clasista y un bloque conformado por el grupo descompuesto de la CD y algunos delegados de la vieja burocracia blanca, comandados por la patronal y el Ministerio de Trabajo.


Se ha reabierto una ronda de pujas entre distintas cámaras empresariales por el cupo anual de pesca, exacerbadas por la devaluación del peso. Se ha producido el cese de todas las restricciones de zona de pesca, época de desove y distribución de flotas; es decir que estamos frente a una amenaza contra la sustentabilidad del recurso.


La Secretaría de Pesca pretende aplicar la ley nacional de pesca, que determina cupos por empresa en proporción a la mano de obra ocupada. La cámara patronal predominante en Mar del Plata (Cipa), que no tiene registrado al 75% de su personal (esta en negro), pagaría por este fraude laboral un enorme tributo en favor de otras cámaras empresariales. La convocatoria a paritarias buscaba registrar sin que significara un costo empresarial (cargas sociales). Desbaratamos esta maniobra con denuncias. Se impuso la convocatoria al Cuerpo de Delegados y a la asamblea general extraordinaria. Finalmente, la veedora del Ministerio tuvo que poner en el acta los reclamos y las designaciones de la asamblea.


El secretario general del Soip fue excluido de las paritarias luego de que llamó abiertamente a flexibilizar el convenio. Se inicia una lucha por hacer respetar el mandato de la asamblea. El bloque burocrático se juega a las impugnaciones ante el Ministerio, “el alquiler de barras bravas”, etc., para desconocer el mandato. Pero la comisión paritaria y la mayoría del Cuerpo de Delegados han lanzado una campaña de volanteos masivos del acta de asamblea (firmada por la veedora del Ministerio), y la juntada de avales apoyando el programa reivindicativo y a la comisión paritaria electa en la asamblea general extraordinaria.