Sindicales

24/1/2023|1661

Triunfo histórico: los trabajadores de prensa conquistaron la personería para el SiPreBA

Una nueva etapa para el gremio.

La Naranja de Prensa.

El SiPreBA obtuvo su personería.

El lunes 23 de enero se conocieron los resultados de la compulsa que, finalmente, el Ministerio de Trabajo habilitó para que el SiPreBA obtuviera su personería gremial ante la burocracia de la UTPBA. La resolución favorable al SiPreBA abre una nueva etapa para el gremio de prensa y corona casi una década de lucha por el reconocimiento de un sindicato fundado a partir de los delegados de base de la contundente mayoría de las redacciones de prensa escrita, canales de TV y radios.

La compulsa puso de manifiesto en términos formales lo que ya era evidente en los lugares de trabajo. La virtual desaparición de la UTPBA y la representación masiva de los afiliados al SiPreBA en todas las redacciones. Esa realidad ya existía desde la primera década del siglo cuando los delegados de base conformaron en varias oportunidades el frente opositor Multicolor para desplazar a la conducción burocrática de la UTPBA que había abandonado a su suerte a los trabajadores. Se trataba del único gremio en el que no existían negociaciones paritarias únicas y en las que las patronales avanzaban contra los trabajadores y sus organizaciones gremiales. Así ocurrió con los tristemente célebres despidos en Clarín/Agea en el año 2000 cuando la empresa decidió echar a su comisión interna llegando a militarizar la redacción.

Con epicentro en las comisiones internas de la Editorial Perfil, Página/12, El Cronista, Télam, Bae y otras, la lista Multicolor logró la minoría en la comisión directiva de la UTPBA en recurrentes oportunidades pero alzándose con la mayoría contundente de los votos en las empresas periodísticas. La conducción burocrática se sostuvo artificialmente a partir de padrones inflados bajo el aval del Ministerio de Trabajo entonces conducido por Carlos Tomada.

La parálisis y complicidad con las patronales de la UTPBA se puso de manifiesto nuevamente en la huelga de 43 días en la Editorial Perfil en 2007, en el conflicto por el cierre del diario Crítica en 2010 y la ocupación de su redacción durante meses y, de nuevo, en un otro conflicto en Editorial Perfil por el cierre del diario “Libre” en 2011.

La representación contundente de la oposición antiburocrática en los lugares de trabajo derivó en la conformación del plenario de delegados autoconvocado que asumió la tarea de recuperar las paritarias en el gremio, lo cual logró sobre la base de la construcción de un histórico paro general el 7 de junio de 2013 luego de décadas de atomización.

A la vez, ese frente único de delegados de base se planteó nuevamente la tarea de poner en pie una lista opositora para disputar el gremio presentando ante el Ministerio de Trabajo el pedido de impugnación del padrón que la cartera se negó a realizar avalando otra vez la conducción fraudulenta de la UTPBA. La oposición antiburocrática ya había conquistado en los hechos la mayoría del gremio pero la conducción se sostenía mediante padrones truchos avalados por las patronales y el gobierno.

Entonces, a propuesta de La Naranja de Prensa, el propio plenario definió que la experiencia con la UTPBA resultaba agotada y que era hora de tomar el camino de constituir un nuevo sindicato. Para asumir ese rumbo, sin embargo, sería necesario plasmar el apoyo masivo de la base del gremio mediante un plebiscito que, en diciembre de 2014, motivó la participación de alrededor de dos mil trabajadores que, en forma contundente, dieron su aval a la fundación del SiPreBA.

El proceso de reagrupamiento de los delegados de base que dio lugar a la recuperación de la paritaria con representantes electos en asamblea y en la construcción de un nuevo sindicato coincidió temporalmente con el debate por la ley de medios que impuso una “grieta” entre los medios de “la corpo” y los entonces oficialistas.

Por abajo los trabajadores eludieron esa falsa polarización trazando un camino independiente de las patronales y el gobierno y se unieron a partir de sus reivindicaciones profundizando su nivel de organización, avanzando, entre otras, en la reconstrucción de la estratégica comisión interna de Clarín/Agea.

El SiPreBA logró reunir rápidamente más de un millar de afiliados y obtuvo la simple inscripción en diciembre de 2015. Ese status habilitó el proceso de organización gremial, la elección de delegados en las empresas, pero no resultó suficiente para garantizar su presencia en las paritarias anuales que, con el aval de las empresas y los sucesivos gobiernos, quedaron en manos de los representantes de la UTPBA.

El SiPreBA jugó un papel destacado en los innumerables conflictos que se abrieron en el gremio empezando por el vaciamiento del Grupo 23 (Tiempo Argentino, Radio América, etc), los despidos y persecuciones en Minuto 1, Bae y Crónica y, luego, con los despidos masivos en la Agencia Télam que fueron impedidos con una huelga de cuatro meses.

La dilación a la hora de reconocer la representación del SiPreBA en términos formales costó muy caro a los trabajadores de prensa que, UTPBA mediante, perdieron más de un 40% de su poder adquisitivo en apenas seis años. El SiPreBA actuó una y otra vez a través de sus delegados y asambleas liderando luchas parciales en cada medio como en Clarín, Página/12, Perfil, El Cronista, Radio Nacional, la TV Pública,  etc. con resultados heterogéneos, pero no fue capaz de hilvanar una medida de fuerza común para revertir, desde abajo, las entregadas de fondo de la UTPBA.

En una década de construcción del SiPreBA el ascenso de los trabajadores de prensa y su tendencia a la lucha no cedió. Al mismo tiempo, en el seno de la conducción del SiPreBA avanzó una mayoría proclive a confluir en términos estratégicos con sindicatos enrolados en el Frente Sindical de mayoría kirchnerista, poniendo en riesgo la independencia política que marcó a fuego el nacimiento y la potencia del SiPreBA.

La personería gremial representa un inmenso triunfo fruto de las luchas y la organización combativa, independiente y democrática de los trabajadores de prensa de la Ciudad de Buenos Aires. Se abre una nueva etapa para el sindicato que ahora deberá hacer frente a la responsabilidad de recuperar lo perdido dando cuenta de su tradición democrática y asamblearia. Para eso resultará crucial privilegiar el camino de la independencia política con relación a los gobiernos y los patrones.

El primer paso será el de imponer la reapertura de la paritaria 2022-2023 que la UTPBA dejó inconclusa con un humillante 56%, casi 40 puntos detrás de la inflación.

La conquista de la personería es entero patrimonio de los trabajadores de prensa y sus luchas. No se trata de una dádiva de un gobierno que está embarcado de lleno en el plan de ajuste del FMI.

El desafío es lograr que este triunfo histórico sirva para reforzar la acción de lucha independiente del SiPreBA respecto de las patronales y el Estado y no derive en un instrumento de regimentación de sus luchas. La enorme expectativa que generó en la base del gremio es un gran punto de partida que puede y debe ser organizada y canalizada en términos de una lucha unificada.

 

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