Sindicales

17/5/2016

Triunfó la toma de Jefatura de Gobierno

La toma logró hacer visible la situación de alrededor de 2500 trabajadores que realizan trabajos de limpieza y barrido de calles, recolección de residuos en las villas, pintura y limpieza en escuelas e insfraestructura social.


El Polo Obrero de Capital, junto con otras organizaciones piqueteras de la Ciudad, tomamos por primera vez la nueva sede del Gobierno de la Ciudad, el edificio inteligente y ultramoderno, ubicado en una de los barrios del sur donde se desarrolla una feroz especulación inmobiliaria. El contraste de este edificio con las villas y asentamientos donde viven y trabajan la mayoría de los más de mil piqueteros que se movilizaron y ocuparon el hall de entrada y el playón de las oficinas del poder político de la Ciudad es escandaloso. Desde hace años que en la Ciudad no se construye vivienda popular, la falta de escuelas y vacantes en la zona sur hace que miles de pibes tengan que trasladarse hacia otros barrios de la ciudad para poder estudiar, a esto le podemos sumar la crisis en los hospitales públicos (falta de insumos, de profesionales, el Hospital de Lugano nunca terminado) y la crisis habitacional que en los últimos años se manifestó en tomas de tierras como en el barrio Papa Francisco y el Indoamericano.


De esta realidad resurge un movimiento piquetero que logra abrirse paso. El planteo de 40% aumento para los precarizados y de puestos de trabajo para los desocupados fueron los reclamos que llevaron a desarrollar un plan de lucha que luego de dos grandes piquetes en la 9 de Julio terminaron en la jornada del miércoles 11 de mayo y un triunfo de los reclamos, que habrá que seguir atentos para lograr que se hagan efectivos.


 


La precarización en el gobierno de Larreta y el Pro


La toma logró hacer visible la situación de alrededor de 2500 trabajadores que realizan trabajos de limpieza y barrido de calles, recolección de residuos en las villas, pintura y limpieza en escuelas e insfraestructura social. Lo hacen mediante la conformación de cooperativas de trabajo que prestan servicio para diferentes áreas del gobierno, una forma trucha de contratación para evadir el contrato directo bajo relación de dependencia del Gobierno de la Ciudad. Los desocupados deben entrar forzosamente en este régimen precario por un salario que ronda los $5000. El sueldo no se liquida individualmente por el Estado o el organismo, sino que es la cooperativa la que luego realiza el pago a los asociados. La cooperativa es un intermediario, legal en algunos casos, pero fundamentalmente es el régimen de las Milagros Sala y punteros del Pro en las villas para hacerse de una caja en base al manejo discresional de las liquidaciones. Por eso Larreta, cuando salió a atacar a los precarizados, dijo que la mayoría de las cooperativas habían aceptado el 23% de aumento. Una gran parte de los trabajadores están sometidos al régimen de los punteros que se quedan con gran parte del salario del trabajador, tienen trato preferencial en las oficinas del gobierno y son la correa de transmisión del oficialismo en las villas para aplicar las políticas de urbanización trucha. Otra parte de los cooperativizados están en corrientes (CCC, Barrios de Pie, La Dignidad) que han aceptado la pauta salarial de miseria que ofreció el gobierno.


 


La lucha por el trabajo


Hace más de dos meses, el Polo Obrero comenzó una campaña de empadronamiento junto con el plan de lucha nacional. Luego de dos grandes movilizaciones se logró la apertura del Argentina Trabaja y 500 nuevos puestos, pero ese plan no está implementado en la Capital, por lo tanto llevamos un desgaste mayor, pero la movilización del miércoles 11 y la ocupación de Jefatura mostró que las fuerzas del movimiento están pujantes. No retrocedimos en la movilización y la explicación fundamental es que el plan de ajuste está golpeando fundamentalmete a los sectores más pobres, que destinan gran parte de sus ingresos a alquileres (se han duplicado en las villas), transporte, energía (la garrafa de gas envasado paso de $75 a $120) y alimentos. Semana tras semana, nuevos compañeros se suman a las asambleas y a la movilización. Luego del triunfo de Jefatura retomaremos con más fuerza la lucha por todos nuestros reclamos pendientes, junto con la lucha por la urbanización y la vivienda que va ligado a al problema de la desocupación creciente. En los barrios donde estamos presentes se concentran los trabajadores de la construcción y de los talleres de textiles, muchos otros son chagarines o viven de la venta ambulante o en ferias. La recesión y el ajuste brutal contra el bolsillo obrero está afectanto sobremanera a estos sectores. La ocupación y el acampe al que fuimos decididos golpeó al Jefe de Gobierno y el plan de ajuste en la Ciudad, también deja como interrogante la paz social a la que había llegado con los otros grupos piqueteros pero por sobre todo hay que difundir el triunfo a los trabajadores cooperativizados para sumarlos a una lucha de conjunto contra el ajuste, por el aumento y el el pase a planta.