Los trabajadores de Crónica aca­ban de obtener un triunfo. La patronal negrera de García preten­día pagar “en cómodas cuotas men­suales” el medio aguinaldo. Hartos de los continuos manoseos, los tra­bajadores gráficos decidieron parar hasta que la patronal diera marcha atrás. La masividad de la medida afectó la edición del diario y obligó a los mandamases de la empresa a plantear un plan de pago de tres cuotas (la primera inmediata); con las dos primeras cobra la totalidad del aguinaldo el 85% de los trabaja­dores. El plan fue aprobado por los trabajadores, que lo vivieron como un triunfo.

 

Otra importante batalla siguen dando los compañeros de prensa y gráficos de La Nación por la defen­sa de un compañero de prensa que la patronal quiere despedir. Un parazo de prensa y gráficos obligó a la empresa a aceptar la conciliación obligatoria con el despedido aden­tro. Al término de la primera parte de la conciliación (el Ministerio la alargó a cinco días más), un comu­nicado de las dos internas ratificó que la unidad sigue firme y que no permitirán ningún despido más en el diario.

 

Dos ejemplos

 

En Crónica, los trabajadores de prensa, en asamblea y contra la po­sición de la Comisión Interna de prensa, decidieron no sumarse a la medida con el argumento de que “nos dejaron solos en el último con­flicto” (por el despido de 50 trabaja­dores de prensa hace tres años).

 

La dirección del sindicato de prensa, la Utpba, tiene la misma posición, a pesar de que la medida de la patronal afectaba al conjunto del diario, ¡incluidos los trabajado­res de prensa!

 

El argumento cretino de la con­ducción de la Utpba, es que cuando una empresa está en una “situa­ción delicada” hay que agachar la cabeza. Pero los trabajadores de Perfil, con la empresa en convoca­toria de acreedores y con la patro­nal presionando con la “crisis”, de­mostraron que con su lucha (23 días de ocupación) “salvaron” las fuentes de trabajo de 300 compañe­ros. Otro tanto los compañeros de Infosic-Infofax: hace dos años la patronal había decretado la disolu­ción de la agencia de noticias, pero la lucha firme, decidida de los com­pañeros hizo que se “salvaran” los puestos de trabajo de todos.

 

Estos y los de La Nación, son los espejos en los que hay que mi­rarse.